“Te ganaste una vagoneta 0 Km”, “detuvieron mis maletas en el aeropuerto”, “su familiar está retenido”, “recarga una tarjeta y te regalamos dinero” o las famosas "pepitas de oro" son algunas de las frases que reiteran personas malintencionadas a través de mensajes, correo electrónico o llamadas telefónicas con el fin de obtener dinero o datos personales para estafar a quienes caigan en estas trampas.

De acuerdo con un estudio, a nivel Latinoamérica, realizado por Truecaller, dos de cada diez personas entre 18 y 39 años han sido víctimas de estafas y expertos alertan que esta práctica se incrementa durante el fin de año, o días festivos de acuerdo al país en el cual se realicen.

Aunque el índice de victimas jóvenes no es muy alto, no se tiene un registro exacto de adultos y adultos mayores que cayeron alguna vez en estas estafas, aunque al menos cinco de cada diez afirman que alguna vez recibieron este tipo de llamadas o mensajes.

"TRADICIONALES"

Los tipos de estafas llamados "tradicionales" redujeron su frecuencia en los últimos años debido al abrupto incremento de dispositivos móviles y uso de internet en todas las edades.

Luego del cese de restricciones por la pandemia de la COVID-19 en todos los países retornaron las dinámicas de las pepitas de oro o la compra y venta de terrenos y vehículos con documentos falsificados, pero no en la misma medida en la que se realizaban hace mas de dos años.

Sin embargo, es recomendable que antes de realizar cualquier transacción, ya sea para comprar, vender o adquirir algo como el oro, las personas se aseguren de la legalidad de la procedencia de los objetos en cuestión y, por supuesto, de que realmente sean lo que dicen ser, así como del dinero que van a obtener.

Si las personas que harán la transacción son adultos mayores, es recomendable que estén acompañados por familiares, amigos o personas de confianza que colaboren.

APLICACIONES

El comunicador social y experto en marketing digital Enrique Revollo comparte algunos consejos y señales sospechosas que la población puede captar a simple vista, en el momento en que se presenten estas invitaciones virtuales mientras navegan en redes sociales o en los buscadores de información.

1. El hecho de que una aplicación móvil esté disponible en Google Playstore no significa que la misma sea 100% confiable y sus actividades totalmente legales.

"Hay muchas personas que se confiaron al ver que la app estaba disponible en el App Store para su descarga, Pero Google no verifica lo que hace la app, no verifica ni su origen ni nada. Pero lo que yo haga con esa plataforma ya no lo verifica el Google Play porque esta empresa solo maneja el código y nada más. Se confiaron lastimosamente".

2.. Un buen recurso es fijarse en los comentarios negativos que se presentan en la ventana de la tienda de apps, ya que en la mismas las personas que no están conformes pueden dar mala calificación y también dejar un texto o, en este caso, una advertencia.

3. Es un error creer que el negocio es confiable, solo por el simple hecho de que tengan un lugar físico de atención. Por ejemplo, en el caso de Ishop en Santa Cruz, sí contaba con una oficina en la que las personas podían ir a dejar sus "inversiones"

"La recomendación en este caso es siempre contar con el apoyo de un abogado o notario que se encargue de verificar la transacción o la inversión que se está haciendo".

4.. Uno de los puntos más importantes es desconfiar de la oferta de tan altas ganancias. Por lo general, este tipo de aplicaciones solo piden la inversión y no suelen explicar con claridad el destino del dinero.

5. Otro punto que caracteriza las apps fraudulentas o estafas mediante otras vías es el carácter piramidal, en el cual las personas que se encuentran en "la punta" siempre serán los que sí ganen y servirán para promocionar y convencer a muchas otras personas para inscribirse.

Asimismo, estas actividades ilícitas instan a las personas que se inscriben a que inviten a otras, familiares y amigos, los cuales se prestan a formar parte del juego por la confianza.

FALTA DE EDUCACIÓN

Revollo indica que dos de las características compartidas entre las víctimas de aplicaciones, que hoy peregrinan esperanzados en recuperar sus altas inversiones, es la falta de educación financiera y tecnológica.

"Si bien no todo el mundo es experto en redes o en manejo de aplicaciones, hay algunas señales que podemos tomar para ser precavidos y evitar perder nuestros ahorros y bienes, como los cinco pasos que mencionamos". Además, hay muchas de estas apps maliciosas que sueles esparcirse a través de grupos de WhatsApp y en los chats de Messenger, también aparecen como ventanas emergentes cuando estamos navegando por la red.

En cuanto a educación financiera, se puede conocer el promedio de intereses que las entidades bancarias ofrecen simplemente a través de un recorrido de las mismas y solicitando información y orientación con los agentes financieros. "Debemos tener muy claro que los porcentajes tan altos de intereses como los ofrecidos en las aplicaciones móviles son prácticamente irreales, eso no ganas ni invirtiendo en la bolsa de valores".