Wilstermann dio un paso fundamental en su propósito de clasificar a la fase de grupos de la Copa Sudamericana tras golear a Guabirá (4-0), en el estadio Félix Capriles, por el partido de ida de la primera fase del torneo continental.

Los Rojos no especularon y acecharon el arco delos azucareros desde el minuto inicial buscando un marcador amplio que les permita “manejar la diferencia” en la revancha programada para el próximo jueves (20:30), en el estadio Gilberto Parada de Montero.

El Hércules impone su jerarquía en la Copa y el plantel adquiere mayor confianza para encarar el cotejo de vuelta y el torneo Apertura de la División Profesional.

El desempeño de los jugadores dejó tranquilidad entre los aficionados del Rojo, luego de las dudas que observaron en los compromisos del torneo local, previos a la Copa.

Wilster hizo gala de su efectividad frente a un rival “inocente” que generó pocas acciones de gol. Además, el portero Luis Cárdenas mostró solvencia bajos los tres palos.

Los Rojos pisaron por primera vez el césped del Capriles y lo hizo de manera soberbia. Cuando transcurrían los 24 minutos, en una acción iniciada por Javier Sanguinetti, en colaboración de Serginho, envió la pelota de media tijera dentro del área pequeña (1-0).

Los Aviadores invadieron el área contraria con acciones ofensivas y encontraron mal parados a los centrales Nelson Amarilla y David Robles. 

El segundo tanto llegó luego de un pase medido de Sanguinetti para Andrés Chávez, quien resolvió con un zurdazo, a los 38 (2-0).

Los goles dieron mayor seguridad a los rojos mientras que los azucareros se cayeron anímicamente, aspecto que fue aprovechado para ampliar la diferencia en el marcador.

La “sociedad letal” entre Serginho y Chávez apareció en el complemento. En una jugada de ataque, el portero visitante Elder Araúz cometió falta a Chávez y el árbitro sancionó penal para el Hércules.

Serginho convirtió el 3-0 con un potente disparo engañando al meta, a los 54.

En el final del partido (90), Rodrigo Vargas Castillo sentenció la goleada con un disparo “tres dedos” con la derecha, aprovechando que la defensa visitante estaba distraída y sin posibilidades de reacción ante la jugada rápida del Rojo (4-0).