Luego de la inspección que realizó ayer la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), el estadio de Quillacollo cuenta con 10 días para pasar por una revisión “final”. Después de esto, se sabrá si el recinto de Palmaflor podrá recibir o no los compromisos correspondientes a la División Profesional.

El alcalde quillacolleño, Héctor Montaño, transmitió “tranquilidad” a su municipio y se comprometió a redoblar los grupos de empleados en la obra: “A partir de mañana (por hoy) incrementaremos dos cuadrillas de trabajadores más para el tema de seguridad. Estamos convencidos de que en 10 días completaremos las observaciones que se nos realizó”.

Un delegado de la Federación revisó las distintas áreas del estadio, escenario en el que Palmaflor pretende oficiar de local en los partidos de primera. La necesidad es compartida con Wilstermann y Aurora, puesto que estos equipos también deben “buscar” gramados alternos ante el cierre temporal que sufrirá el Félix Capriles (por mejoras de cara a la Copa Sudamericana y la Libertadores).

Si bien la inspección próxima será en 10 días, las autoridades municipales tendrán 15 para continuar con las labores.

La principal observación por parte del ente federativo fue el aspecto de la seguridad para los actores del juego (futbolistas, árbitros, cuerpos técnicos y público). Quillacollo quiere recibir a los clubes profesionales.

PLANTEL El conjunto quillacolleño trabajó ayer de manera muy intensa en la cancha 6 del Capriles. Lo hizo desde las 9:30 hasta las 12.30. Fueron horas de fútbol en espacio reducido, ejercicios de definición y físico con miras al choque del sábado ante Aurora.

Robson dos Santos y Moisés Vásquez fueron parte de las labores.