Escoltado por la llamada Resistencia Juvenil Cochala (RJC) y con la leyenda de "Nadie se rinde" en su polera, el ministro de Deportes transitorio, Milton Navarro, derribó esta mañana el busto del exmandatario Evo Morales, mismo que estaba ubicado en la parte frontal del polideportivo quillacolleño que acogió el baloncesto en los Juegos Suramericanos de 2018.

La autoridad interina comenzo, así, el proceso mediante el que todos los escenarios administrados por su cartera dejarán de llevar el nombre de una persona homenajeada en vida. Por instructivo y resolución ministerial, dicho recinto no se llama más Polideportivo Olímpico Evo Morales, sino Polideportivo Olímpico Quillacollo.

En el acto estuvieron integrantes de la RJC, grupo que actuó de forma organizada durante el momento crítico que atravesó el país en noviembre bloqueando puntos de la ciudad.

Edward Céspedes, representante de la Resistencia en el Valle Bajo, aprovechó para propinar algunos golpes al busto, que lucía una bolsa de plástico en la cabeza.

OPINIÓN le consultó al Ministro sobre la presencia del grupo civil en el evento, a lo que contestó que su despacho y la RJC trabajarán de manera conjunta. Al calor del momento, Navarro le dijo "delincuente confeso" a Morales y advirtió que ningún escenario puede llevar el nombre de un "dictador".