No se puso otra camiseta que no haya sido la del equipo de sus amores, Wilstermann. Renán López, el hombre que pasó a la historia tras ser el máximo artillero del conjunto cochabambino, falleció este viernes, a los 83 años.

Sus restos fueron velados ayer en el Salón Velatorio La Capilla, en Cochabamba. Hoy domingo, sus seres queridos y aquellos que le profesan admiración lo despedirán con una misa (10:00), para luego acompañarlo hasta su última morada, el Cementerio Jardín Parque de Las Memorias.

López, la sensación del balompié de los años 50 y 60, se volvió una leyenda, esa a la que le adjudican más de 300 goles. Su estilo y su inteligencia en la       cancha -recuerdan los entendidos de la época- podían cambiar el rumbo del partido en minutos.

Según los registros de Mauricio Méndez, Renán comenzó su camino en la Liga Cantonal de Cala Cala, para ser exactos, en Los Andes, entre 1952 y 1953. Poco después llegó a Wilster (1955), con 16 años.

En 1970 se retiró en el mismo club en el que debutó. Solo lució la camiseta del Hércules en su paso por el profesionalismo.

Alzó cinco títulos nacionales y brilló afuera, puesto que marcó ocho anotaciones en la Libertadores. Junto con Juan Carlos Sánchez, Renán ha ocupado el máximo sitial en la lista de goleadores de Wilster.

Por ello y más, los aviadores recuerdan al hombre leyenda con nostalgia.