El fútbol boliviano podría quedarse sin su federación sindical. El pasado lunes 30 de enero salió la información de la detención del secretario general de la Federación Sindical de Futbolistas Profesionales de Bolivia (FABOL), David Paniagua, quien es acusado por el delito de estafa.

El dirigente habría retenido 40 mil dólares pertenecientes al fallecido Marcos Ferrufino. Por este motivo, la denuncia fue hecha por la familia del exjugador y extinto entrenador.

A menos de una semana desde la detención de David Paniagua, dos funcionarios de FABOL renunciaron de manera irrevocable a sus cargos dentro de la federación sindical. Didi Torrico, que ocupaba el puesto de Secretario de Relaciones y Comunicación Social, fue el primer miembro en dejar su puesto tras el escándalo.

Y ayer domingo se sumó la renuncia de David Enrique Díaz, quien dejó su cargo en el Comité Ejecutivo de la entidad. Ambos funcionarios alegaron que los motivos de sus renuncias irrevocables respondían a motivos personales.

"FABOLGATE"

El presidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), Fernando Costa, se refirió a esta situación. Se animó a calificarla como "Fabolgate".

“De comprobarse las denuncias de la familia Ferrufino y de todos los privados que se han sumado y se están sumando a la causa en contra de David Paniagua, estaríamos frente a una organización criminal dedica a extorsionar a diversos actores del fútbol boliviano. Esperemos que el Ministerio Publico investigue a fondo”, aseveró la máxima autoridad del ente rector del fútbol boliviano.

Ante estos comentarios, Erwin Romero Escudero, presidente de FABOL, desmintió las acusaciones que hizo conocer el presidente de la FBF en contra de Paniagua y el gremio de jugadores, “FABOL expresa su respaldo solidario, incondicional y total a David Paniagua por las acusaciones que se le hizo en las pasadas hora. Por el bien del fútbol boliviano pido una reunión con Fernando Costa, el diálogo es el único camino para la solución de los conflictos”, afirmó.