Real Madrid goleó ayer por 0-4 al FC Barcelona y logró una contundente remontada para meterse en la final de la Copa del Rey. Fue ampliamente superior en el Camp Nou.

La primera alegría de la jornada llegó al filo del descanso en una ráfaga. Lewandowski estuvo a punto de anotar, pero Courtois respondió con solvencia y el Merengue inició una jugada de contragolpe.

Vinicius combinó con Benzemá. El francés le devolvió la pelota y el brasileño definió. La pelota rebotó en Koundé, Ter Stegen no pudo llegar y el 9 blanco empujó un balón que ya había traspuesto la línea de fondo (0-1).

En el camino, ambos equipos habían tenido pocas cargas de peligro sobre el pórtico rival y el local reclamó como penal una mano de David Alaba, que el juez Martínez Munuera no vio así.

En la complementaria, la visita dio un golpe a la mesa en apenas cuatro minutos. Luka Modric hizo una jugada espectacular y asistió a Benzemá, quien remató desde afuera del área, colocando la pelota en el ángulo inferior derecho (0-2).

En la acción inmediatamente posterior, Courtois despejó un peligroso remate de Balde. Luego, al 57, Kessie le cometió penal a Vini y Benzema lo cambió por gol (0-3). El goleador y capitán anotó su triplete sobre 80’ y puso el 0-4 definitivo para el pase blanco a la final, donde chocará con Osasuna el 6 de mayo en Sevilla.