Didier Deschamps dirigió ayer el primer entrenamiento de la selección francesa, bajo mínimos y con solo 11 jugadores porque dio descanso a 12 de los convocados que habían jugado con sus respectivos equipos el domingo, entre ellos Kylian Mbappé, cuyo posible traspaso del PSG al Real Madrid sigue en abierto.

En el centro de entrenamiento de Clairefontaine, a unos 70 kilómetros al suroeste de París, se ejercitaron, entre otros, los nuevos convocados de los Galos: Théo Hernandez, Aurélien Tchouaméni, Jordan Veretout y Moussa Diaby.

Mbappé se incorporó a la concentración con una máscara y gorra, y a la televisión de la Federación Francesa de Fútbol (FFF) dijo estar “bien, tranquilo”.

El prodigio de Bondy debería jugar mañana 1 de septiembre ante Bosnia-Herzegovina en el primero de los tres encuentros clasificatorios para el Mundial de Catar en 2022 que se juega en Estrasburgo (noreste de Francia).

El mercado de fichajes está a punto de cerrar (hoy 18:00 hora de Bolivia) y el PSG no ha dado por ahora señales de que vaya a aceptar la segunda oferta que el Real Madrid presentó la semana pasada para fichar al astro francés: 180 millones de dólares más 10 en variables para que el atacante sea del Merengue.