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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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El Cóndor teme abandono masivo de deportistas tras la pandemia

El ciclista, campeón de la Vuelta a Cochabamba 2019, avizora un futuro muy adverso para los atletas bolivianos. Se anima a anticipar que varios abandonarán la competencia porque priorizarán el trabajo para “sobrevivir”

El Cóndor teme abandono masivo de deportistas tras la pandemia

Juan el Cóndor Cotumba no es muy optimista con respecto a los cambios que dejará la pandemia en el mundo deportivo. De hecho, advierte, con pesar, que muchos de sus colegas se verán envueltos en la encrucijada de elegir entre continuar con su carrera o trabajar. La segunda opción será la vencedora.

Si hasta antes de que el país ingresara en emergencia sanitaria, cuando todavía no había indicios del nuevo coronavirus en el mundo, los atletas venían cargando con el peso de llevar adelante sus sueños sin apoyo sostenido que perdurara en el tiempo, la figura “se agravará”, de acuerdo con el Cóndor, de 40 años.

“Sé que, después de esto, muchos van a dejar de hacer deporte. Lo sé”, simplifica el ciclista, que nació en Potosí y que en 2018 casi corta su carrera como pedalista debido al desánimo sembrado por problemas dirigenciales y un “castigo” que nunca consideró justo con sus logros.

Cotumba, uno de los ciclistas con más experiencia y títulos de Bolivia, pide que todos se acerquen a Dios y que reflexionen sobre la vida que llevan.

P: Lo deportivo, en un momento como este, pasa a segundo plano. Sin embargo, algunos de tus colegas han coincidido en la sensación de abandono…

R: Imagino cómo se sienten aquellos que dedican toda su vida al deporte. Me pongo en sus zapatos. Yo lo pasé. Ahora estamos sumamente abandonados los deportistas. Eso duele mucho. Hay preocupación, pero lo principal es pensar en la salud de las familias. Hay mucha gente que se está muriendo de hambre y causa pena que no podamos ayudarla demasiado. Vivimos al día. Es lo preocupante. Cuando regresemos a la normalidad necesitaremos estar en forma. Nos encontramos en una crisis que nos afectó a todos. Hay que tratar de sobrevivir, de entendernos y acercarnos a Dios. Él sabrá cuándo y cómo bendecirnos. Lo único que nos queda es confiar en él. Cuando salgamos de esto, tendremos que reprogramar las actividades.

P: Cuando se reactive todo, ¿volverás a agarrar la bici?

R: Justamente, este problema sanitario que pasa el mundo detuvo los proyectos que teníamos con Pío Rico. La empresa también debe estar pensando al respecto y ojalá se reprogramen los planes. Dios mediante, podremos continuar. Sé que después de esto muchos van a dejar de hacer deporte. Lo sé. La situación no está para hacer deporte. Tendrán que sacar de alguna parte para vivir.

P: Si cada uno se arreglaba como podía antes de la cuarentena, ¿crees que, después, pensará únicamente en sobrevivir?

R: Así es. Se nos vienen momentos complicados. Por eso, pinso que hay que acercarnos a Dios. El entrenamiento lo dejé a un lado totalmente. Lo estoy pasando con la familia. Vivo en un departamento pequeño. Los días que me toca, salgo para hacer las compras y me doy una escapada durante una horita para pedalear. Algo es algo. Debemos ser conscientes con lo que está pasando y acatar lo que dicen la OMS (Organización Mundial de la Salud) Y el Estado para que no se propague el virus.

P: ¿Cómo ves las medidas que asume el Gobierno para afrontar el virus?

R: Es complicado… acabo de decir que hay que acatar las medidas y ser conscientes, pero ahí viene el caso de las personas que no cuentan con la posibilidad de quedarse en sus casas, ¿con qué se van a mantener los que viven del día a día y venden en las calles? Eso es lo más doloroso. Es sumamente triste esta situación. Sé que esa gente sale por necesidad, porque requiere vender lo que pueda para llevarles el pan a sus hijos. Esta enfermedad llegó sorpresivamente. No contamos con medios de bioseguridad. Sé que muchos hermanos bolivianos están pasando hambre.

P: ¿Entonces, te estás acercando más que nunca a Dios?

R: Sí. Es lo que ahora nos queda. Desde pequeño escuchaba a mi abuelo. Él no sabía leer ni sabía escribir. Sin embargo decía: ‘mucha gente se va a ir a la ciudad. Los hijos, en el futuro, se irán, pero llegará un momento en el que volverán al campo. Tendrán plata, pero no podrán comprar el alimento. Regresarán al campo’. Eso me hace pensar. Mi papá me hacía leer la Biblia. Muchas cosas se están cumpliendo y, por eso, recurro a Dios. Ojalá todas las personas lo hagan. No es momento de recurrir a memes en las redes sociales y de hacerse la burla de los pastores, preguntando dónde están para hacer milagros. Es hora de estar con Dios sinceramente y cambiar nuestra forma de vivir. Con todo lo que tenemos o hacemos, lo ofendemos mucho y no respetamos la naturaleza. Tenemos que reflexionar. Soy católico. Voy a la misa cuando puedo. Devoto, siempre, de la Virgencita. Mediante ella llegamos a nuestro Señor.