Barcelona conquistó un valioso triunfo sobre Nápoles (2-4), en el estadio Diego Armando Maradona, exponiendo un gran partido que hicieron los azulgranas y logrando la clasificación a los octavos de final de la Liga Europa, tras el empate 1-1 de la ida. 

La falta de efectividad que expuso el esquipo español, hace una semana en el Camp Nou, quedó como un mal sueño, pues en Italia mostraron un sistema de juego diferente y con mayor llegada al arco rival.

Cuando transcurrían los 8 minutos, el jugador Lorenzo Insigne sacó mal un córner y el conjunto azulgrana robó el balón para armar rápidamente un contragolpe con una triangulación entre Pierre Aubameyang, Traoré Adama y Jordi Alba que mandó la pelota al fondo de las redes ante la inerte resistencia de Alex Meret, en la primera llegada visitante. 

El tanto generó mayor confianza entre los Azulgranas y no renunciaron al ataque para ampliar la diferencia. Cinco minutos después (13), Ferran Torres envió un pase medido a Frenkie de Jong para que este anote el segundo (2-0) con un gran disparo desde fuera del área. 

Los dos goles en contra para el plantel italiano generaron molestia en la afición y presionó a sus jugadores buscando un mejor rendimiento en el terreno de juego.

Cuando transcurrían los 21 minutos, Ter Stegen midió mal su salida y derribó en el área a Víctor Osimhen, frenando la carrera del punta nigeriano en una jugada que no tenía excesivo peligro.

A los 23, Lorenzo Insigne, de penal, acortó distancias en el marcador dejando aspiraciones a los italianos de revertir el mal momento.

Sin embargo, Barcelona no bajó la guardia ni su ímpetu y siguió dominando a placer los hilos del compromiso. El equipo del técnico Xavi Alonso ejecutaba la presión alta con ambición, ahogando la salida de su rival y aplicándose en la recuperación para combinar la precisión y velocidad para llegar a la portería defendida por Meret. 

El Azulgrana creció en el terreno de juego y tuvieron ocasiones de ampliar con Ferran Torres y Aubameyang, pero no estuvieron finos en la puntada final.

El Barça amplió en el marcador justo antes del descanso, el experimentado zaguero Gerard Piqué mando la pelota a las redes tras un mal rechazo de la defensa local (1-3).

En el complemento, el Barcelona no necesitó apelar a la presión para seguir dominando el compromiso. 

El portero del Nápoles en su propósito de desviar un centro envenenado de Adama no tuvo éxito y el jugador Aubameyang para fusilar al arquero que no pudo evitar la conquista de los españoles (1-4).

Un desenlace inesperadamente para un Barça que se relajó en la recta final y que dio algo de vida a su rival, que recortó distancias a los 87 tras aprovechar Matteo Politano una pérdida de Nico dentro del área (2-4).

El tiempo no alcanzó para que el Nápoles busque el empate y se despidió de la Liga Europa.