“Utama” es el siguiente gran estreno del cine nacional, alcanzando altos niveles de expectativa por su exitoso recorrido festivalero, que incluye los premios más importantes de Sundance (EEUU) y Málaga (España), y por su acogida en el público internacional al llegar a 30 mil espectadores en su estreno comercial en ocho ciudades de Francia. Detrás de este alegato sobre la crisis medioambiental en forma de árido altiplano, se encuentra la consolidación de un trabajo familiar de 10 años entre el director Alejandro (hermano menor) y los productores Santiago (hermano mayor) y Marcos Loayza (padre).

La génesis de esta colaboración familiar es la misma de la temática de “Utama”, filme que llega al país el 29 de septiembre después de una gira internacional que le valió una veintena de premios en Europa, Asia y Latinoamérica. Una de las primeras colaboraciones familiares fue la serie de documentales con temática ambiental “Planeta Bolivia”, creada para varias ONG como Hivos, Conservación Internacional y Fundación Amigos de la Naturaleza. En aquellas producciones Marcos hacía de director, Alejandro de director de fotografía y Santiago como productor. 

Justamente en uno de esos rodajes, para un proyecto de conservación de la vicuña, Alejandro Loayza tuvo la idea de escribir “Utama”, una historia sobre una inusual larga sequía que debe enfrentar la pareja de ancianos, Virginio y Sisa, quienes se niegan a dejar el lugar donde vivieron toda su vida. Toda la película fue rodada en la provincia de Nor Lípez (oeste de Potosí) en municipios como Santiago de Chuvina, San Juan del Rosario, Colcha K y Mañica.

Después de “Planeta Bolivia” y antes de “Utama”, el “clan” cinematográfico Loayza trabajó de forma conjunta en “Las bellas durmientes” (con Marcos como director, Santiago productor y Alejandro productor creativo) y “Averno” (Marcos, director, Santiago productor y Alejandro asistente de dirección). 

“Él ha sido el que nos dio esta carrera, hemos tenido la suerte de tenerlo como maestro”, asegura Santiago. Después de estudiar Administración de Empresas y Comercio Exterior entró a Alma Films, la productora de su padre Marcos y de la que ahora es socio junto a Alejandro, en 2009. “Iba a ser un trabajo temporal, pero ya estoy 13 años aquí”, cuenta. Decidió continuar con la profesión, estudiando una maestría de producción de cine en España. 

“Creo que tiene muchas ventajas trabajar en familia. No es ‘Utama’ la primera película que hicimos juntos, pero creo que es el resultado de trabajar 10 años juntos. Todos los errores que cometimos en las primeras producciones las aprendimos para no cometerlas en las siguientes y así fuimos mejorando año a año, es el resultado de muchos años de trabajo y aprendizaje”, resaltó Santiago.