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  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
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Nobel de Literatura reconoce a 2 relegados: mujer y poesía

La Academia Sueca ha premiado a 16 escritoras frente a los 103 varones que han recibido la distinción. Del mismo modo, siempre se ha preferido la prosa sobre el verso.
La poeta estadounidense Louise Gluck. EFE
La poeta estadounidense Louise Gluck. EFE
Nobel de Literatura reconoce a 2 relegados: mujer y poesía

El premio Nobel de Literatura 2020 fue entregado ayer a la poeta estadounidense Louise Glück de 77 años. La Academia Sueca ha premiado dos atributos que tiene relegados: el verso y la mujer.

De acuerdo a los datos de la institución europea, de las 119 entregas del Nobel, solo 16 han sido para mujeres. Del otro lado, solo 79 se dedicaban a la poesía. Hasta el 2016, año en el que la distinción fue entregada a Bob Dylan (lo más cercano a la composición de una poesía), 17 de los últimos 20 premios habían sido destinados a cultivadores de la prosa.

“El hecho de que el premio Nobel de este año sea para una poeta y mujer es un doble motivo de alegría sobre todo porque tratándose del premio literario que más atención mediática concentra, es una gran oportunidad, casi garantía, de difusión de la obra de la galardonada”, indicó el poeta boliviano Benjamín Chávez, al tiempo de recordar que la poesía tiene “pocos lectores, pero fieles”.

Para el sucrense Gabriel Chávez que se haya premiado de vuelta a la poesía en estos tiempos sombríos “es toda una señal”. “Además, que lo haga premiando a una poeta como Louise Glück, quien en una época de tanto postureo y discurso altisonante no tiene otra militancia que la de la búsqueda de la belleza, con una escritura que no duda en beber de la observación de las cosas más simples de la vida o de los antiguos mitos griegos y romanos, por ejemplo, para resignificarlos con una voz a menudo severa e irónica, aunque a la vez compasiva hacia el ser humano y hacia nuestro torpe desamparo”, opinó el editor de la publicación literaria El Ansía.

MUJERES RELEGADAS 

En los últimos 10 años, la Academia Sueca ha redimido su tendencia a premiar a escritores bolivianos, premiando a cuatro mujeres: la canadiense Alice Munro (Canadá) en 2013, Svetlana Aleksiévich (Bielorrusia) y Olga Tokarczuk (Polonia), en 2018.

“Creo y la razón es tan obvia. Para nadie es un misterio el esfuerzo que se ha hecho por invisibilizar las voces femeninas desde los griegos hasta esta parte. Ejemplos son cientos en la historia de la literatura. El nobel no se podía escapar. Para nadie es un secreto los delitos de acoso ocurridos hace apenas un par de años. Entonces, uno se pone suspicaz”, justificó el poeta chileno residido en Bolivia Mauricio Gatica, el más reciente ganador del Premio Franz Tamayo, en la categoría de Poesía.

Para Gabriel, el problema es histórico y tiene que ver con la escasez de oportunidades, frente a los varones, para poder dedicarse a la creación y difusión de su obra. “También es cierto  que las instancias de publicación y legitimación académica de la literatura han sido y son en varios casos todavía excluyentes. Por eso es maravilloso que se lea y reconozca a cada vez más autoras”.

Chávez destaca a poetas bolivianos de la generación de Glück (1943) como Matilde Casazola, Blanca Garnica, Norah Zapata-Prill y la fallecida Blanca Wiethücher.

LA REFLEXIÓN PREMIADA  

Louise Glück es autora de una extensa obra lírica y ensayística en la que oscila entre la poesía y la reflexión sobre la escritura poética y en la que dialoga permanentemente con los mitos de la antigüedad clásica y con la tradición literaria de occidente. 

Su obra, ya antes del Nobel, le había valido premios y reconocimientos importantes, entre ellos el Premio Pulitzer de Literatura.

Su editor español, Manuel Borras de Pre-Textos, sostiene que su poesía es de apariencia sencilla pero, en realidad, trascendente y de horizontes complejos.

Son referentes en sus obras el paso del tiempo, la relación con la naturaleza y la vida familiar, ha explicado a EFE Borrás, que señala lo accesible y a la vez riquísima escritura de Glück.

Glück, nacida en Nueva York en 1943, debutó con "Firstborn", un libro de poesía publicado en 1968, después del cual tuvo un bloqueo creativo que logró superar cuando empezó a enseñar Literatura en el Goddard College de Vermont en 1971.

Después ha estado compaginando permanentemente la creación literaria con la docencia y con la escritura de textos teóricos, centrados fundamentalmente en el tema de la creación poética.

Los títulos de algunos de sus libros, como "El triunfo de Aquiles" (1985), que alude el personaje central de "La Iliada" de Homero, o "Vita Nuova" (1999), que remite a la obra lírica de Dante Alighieri, dan testimonio ya de su diálogo permanente con el pasado.

Algo que ha corroborado el secretario permanente de la Academia Sueca, Anders Olson, que ha calificado la colección "Averno" como una interpretación moderna del mito griego de Perséfone.

Una cultura herencia además de sus orígenes europeos ya que sus abuelos paternos eran judíos húngaros que emigraron a Estados Unidos.

Su padre fue el primer miembro de la familia en nacer en EEUU y aunque tuvo ambiciones literarias, se dedicó a otras actividades para ganarse la vida.

En todo caso, está claro que Glück recibió desde niña cierta formación básica relacionada con la mitología griega y con la historia y que empezó a escribir poesía tempranamente.

Como adolescente sufrió de anorexia y estuvo en tratamiento psiquiátrico durante siete años. Eso le impidió ir a la universidad como estudiante a tiempo completo y se dedicó a asistir a cursos de escritura creativa.

Su consagración llegó con "El triunfo de Aquiles", que llevó a que el crítico Peter Stitt la calificase como "una de las voces poéticas más importantes de nuestro tiempo".

En 1990 publicó "Ararat", una colección en la que se confrontaba con los temas fundamentales del "Génesis" y que fue calificado por el New York Times como "el libro mas brutal y doloroso de la poesía estadounidense de los últimos 25 años".

En 1994 recogió sus ensayos en un libro titulado "Proofs & Theories: Essays on Poetry".

En 2004 publicó un largo poema, un libro entero, titulado "Octubre" que era una respuesta a los atentados del 11 de septiembre de 2001 y en el que recurre a mitos griegos para explorar temas como el sufrimiento y los traumas individuales y colectivos.