Las artes escénicas nacionales han sufrido una gran pérdida con el fallecimiento ayer de una de sus máximas representantes, la actriz María Teresa Dal Pero, quien llegó a Bolivia de Italia en 1992, cuando tenía 25 años, para cofundar el Teatro de Los Andes y marcar un antes y después en las tablas del país, con su innegable fuerza y presencia en el escenario.

Dal Pero, nacida en la pequeña ciudad de Ferrara en 1966, llevó sus interpretaciones y talleres a diferentes rincones del país, entre ellos Cochabamba, donde hizo escuela y dejó marcada a toda una generación de teatreros. “Verla actuar en ‘La Iliada’ fue el motivador para dedicarme al teatro, siempre fue generosa y sencilla, era increíble cómo se convertía en un gigante en la escena, más allá de su voz, su calidad interpretativa era inmensa”, comentó Jorge Alaniz, director de la compañía escénica La Mala, y quien trabajó con Dal Pero en “Ricardo III” (2017). 

De acuerdo con información de allegados, Dal Pero regresó a Italia hace unos dos años, cuando los problemas de salud, causados por un cáncer, la fueron aquejando cada vez más al punto de necesitar una intervención quirúrgica que no pudo aguantar, falleciendo a los 54 años. En sus 15 años de trabajo en Teatro de Los Andes participó en piezas como “Las abarcas del Tiempo” o “Ubu en Bolivia”.

Para Claudia Eid, directora y fundadora del colectivo El Masticadero, es innegable la fuerte influencia que dejó Dal Pero en una generación de teatreros cochabambinos, dictando talleres a principios de los 2000 en la ciudad. La “calidez humana y dulzura de su sonrisa” contrastaban con “la grandeza que llenaba los escenarios, aun siendo de cuero tan pequeño”, cuenta la actriz, docente y gestora cochabambina María Julia Ruíz, quien fue su alumna, colega y amiga. 

“Pienso en la Tere hecha Momo, ese personaje de Michael Ende que sabía escuchar, como la Tere, pienso en los ladrones del tiempo que nos han quitado los futuros momentos, pero pienso en el honor y la alegría de haberla conocido, de haber disfrutado de su luz en tantos escenarios”, lamenta Ruíz. 

CARRERA MUSICAL

Dal Pero fue una polifacética artista que también incursionó en la danza y en la música. En 2006 conformó la “banda de rock teatriento” Reverso, con el cual presentó cinco discos; colaboró con el grupo de rock Atajo y formó el quinteto de voces a capella, Vozabierta, grabando dos discos, con un periodo de actividad de 2006 hasta el 2013.