El joven escritor paceño Rodrigo Villegas llegará este jueves 31 a la Llajta para presentar su segundo libro de cuentos, “Las cenizas son producto de su combustión”, editado por Electrodependiente y que consta de cuatro relatos en los que el autor toma la soledad y el amor como bombas de tiempo, como “fuegos pequeños que terminan en incendios, en violencia; en venganza y redención”.

Comentará la obra la poeta, narradora, académica y crítica literaria Leni Flores junto a los directores de Electrodependiente Mauro Salamanca Gatica y Patricia Réquiz, quienes editan su primer libro en formato no-cartón.

Villegas fue el ganador del primer concurso de cuentos Crispín Portugal, organizado por la cartonera Yerbamala, fue incluido en la antología “Bolivia sub-35. Narrativas emergentes”, editado por 3600 junto a la Unión Europa y este es su segundo libro de cuentos después de “Nube”, publicado también por 3600 el año pasado.

Justamente, los relatos de “Nube” guardan similitudes con los de “Las cenizas son.. “, tal vez porque fueron escritos casi al mismo tiempo.

En ambos el autor expone situaciones de soledad después del amor, del fracaso y sus consecuencias; “los de fallar y no encontrar las salidas oportunas”, asegura. Sin embargo, en esta segunda entrega quizás dote de cierto optimismo a sus historias mediante “el fuego como poder sanador”.

El hilo conductor de estos cuatro relatos, refiere Villegas, es el fracaso como detonante en las acciones finales de todos los personajes. “Se ven contaminados por esa rutina defectuosa y que aprovechan sus pocas oportunidades para hacer algo diferente, o al menos intentarlo. Obviamente, en esa búsqueda, fallan. Y ahí se encuentran con las consecuencias de sus actos, con las cenizas”

MÉTODO NARRATIVO

A pesar de que Villegas ya ha incursionado en la novela, con dos libros finalizados que todavía se encuentra puliendo, halla, por el momento, su “obsesión” en el cuento.

“Creo que es el género que más me exige como escritor. Sostener una atmósfera y unos personajes, no soltar la fuerza en cada párrafo, tiene su alto grado de dificultad, y eso es algo que me atrae mucho. Cuando pienso en un cuento hago todo lo posible en sumergirme totalmente en la historia, estructurarla lo más detalladamente posible y ver a fondo lo que quiero decir en ella. Hago todo lo que esté a mi alcance para llevar a mis personajes por donde quieren ir, los acompaño y veo cómo avanza todo hasta llegar a la meta, al final, y parar en el momento justo. Eso cuesta. Y por eso el cuento es el género al que más me dedico”

"Ahora, también trabajo en novela, tengo dos terminadas, pero que aún las sigo afinando y convenciéndome si funcionan o no".