Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 16:35

Cineclubcito estrena filme “Notas para una película” en el mARTadero

Usando saltos creativos, la cinta del director chileno Ignacio Agüero, reproduce la estadía de un joven ingeniero belga mientras construía un ferrocarril en territorio mapuche.
Una escena de "Notas para una película", de Ignacio Agüero. MIGUEL MARTÍN
Una escena de "Notas para una película", de Ignacio Agüero. MIGUEL MARTÍN
Cineclubcito estrena filme “Notas para una película” en el mARTadero

El centro mARTadero será el escenario del estreno en Bolivia de la más reciente realización del cineasta chileno Ignacio Agüero, “Notas para una película”, que se proyectará esta tarde a partir de las 17:00. 

El ingreso al evento, organizado por el Cineclubcito Boliviano, es gratuito.

Basándose en el diario del ingeniero belga Gustave Verniory, la coproducción chilena-francesa del 2022, recrea la visita de este a Chile en 1889, cuando fue comisionado para construir un ferrocarril en la zona rural entre las ciudades de Victoria y Temuco.

En su reseña de la cinta, el periodista cultural Diego Batlle la describió como “un documental, pero también es ficción, un ensayo histórico, una denuncia política y un juego con todas las herramientas del cine (…) una auténtica rareza dentro de una filmografía ya de por sí inclasificable como la del septuagenario Agüero”. 

La llegada del veinteañero europeo (interpretado por Alexis Mespreuve) se produjo poco después de que el Estado chileno y su ejército ocuparan por la fuerza tierras ancestrales de los mapuches en un proceso conocido como "Pacificación de La Araucanía", que en los hechos derivó en un genocidio. 

La estadía de Verniory se extendió por casi una década, y es mostrada por Agüero con vestuarios de fines del siglo XIX pero también de la actualidad. Entre otras libertades creativas, el director se permite incorporar desde la llegada del tren de los hermanos Lumière hasta imágenes de las marchas y reclamos mapuches en tiempos de Salvador Allende, registradas por Raúl Ruiz.

Agüero usa imágenes a colores y en blanco y negro, junto a testimonios de representantes mapuches, que ofrecen su visión de los hechos, y relatos en francés para reflexionar sobre el acto de filmar y propone una forma singular de ver este pasado tumultuoso explorando la geografía natural y humana de su país.

Los parajes sureños se entremezclan con enfrentamientos sangrientos y represiones, dejando como resultado “un rompecabezas fílmico de tono austero y reposado, sin demagogia ni sensacionalismo, pero al mismo tiempo audaz y provocador en su propuesta, absolutamente pertinente en estos tiempos”, destaca Batlle.

Hasta ahora, el pueblo mapuche continúa reclamando las tierras arrebatadas, que están en poder de grandes compañías dedicadas a la explotación forestal.

CINE CRÍTICO

Ignacio Agüero Piwonka nació en Santiago de Chile el 7 de marzo de 1952. Estudió cine en la Escuela de Artes de la Comunicación, en la Universidad Católica de Chile y a lo largo de su carrera se especializó en documentales, sobre todo aquellos orientados al rescate de la memoria y la crítica social y política. 

Su cinta de 1982 “No olvidar” revisa la masacre de los hornos de Lonquén, cometida en 1978 y descubierta pocos años después. 

Está también la conmovedora “Cien niños esperando un tren” (1988), que sigue a un grupo de niños, víctimas de la miseria y marginalidad, mientras viajan con Alicia Vega desde su población hasta un cine en el centro de Santiago para ver su primera película. 

Esta obra ganó el Primer Premio Documental en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano (Cuba), el Premio OCIC en el Festival Internacional de Cine de Cartagena (Colombia), el Red Ribbon Award y John Grierson Award por Mejor Documental en el American Film & Video Festival  y el galardón Joseph Papps Award por el mejor documental en el Festival Latino Film, en Nueva York.

“Aquí se construye” (2000), por su parte, es una crítica a la modernidad y la demolición de barrios históricos para la construcción de edificios modernos.

Otros títulos destacables son “El diario de Agustín” (2008) —por el cual obtuvo en 2009 el Premio Pedro Sienna y el Premio Altazor de las Artes Nacionales—, “GAM” (2011) y “El otro día” (2012).

Además de director, trabajó como camarógrafo, productor, actor secundario en cine y televisión, y también fue jurado en festivales de cine chilenos e internacionales.

Sus convicciones políticas lo impulsaron a fundar, junto a otros activistas, el movimiento Marca AC, que buscaba redactar una nueva Constitución Política para Chile mediante el establecimiento de una asamblea constituyente el año 2013.

En la actualidad, es profesor titular de la Escuela de Cine y Televisión de la Universidad de Chile y miembro fundador de la Asociación de Documentalistas de Chile.