FILME BOLIVIANO SE ESTRENA EN ARGENTINA
Cineasta Kiro Russo: ‘No me interesa hacer cine folclórico’

“El gran movimiento” (2021) es una de las obras más renovadoras del cine boliviano de los últimos tiempos. Su director, Kiro Russo, probablemente haya conseguido confluir en su obra un cine con conciencia política y de clase con recursos contemporáneos. Así lo demostró su primer largometraje “Viejo calavera” (2016) y el segundo, “El gran movimiento”. Ambas películas se proyectan estos días en la Sala Leopoldo Lugones del Teatro General San Martín, en Buenos Aires. Infobae Cultura conversó con Kiro Russo.
—¿Inscribe sus películas en alguna línea estética o política del cine boliviano?
Bueno, conozco, claro, la cinematografía de Jorge Sanjinés y el grupo de Ukamau y hay un diálogo en muchos aspectos con su obra. Por otro lado, me interesa dar otra perspectiva al cine boliviano. No hago cine indigenista, que alguna vez caracterizaron así mis películas, pero en realidad no es así. Pero sí trabajo con sindicatos, aunque no hablo en nombre de los mineros…
—Al ver “Viejo calavera” y “El gran movimiento” y al encontrar al mismo actor que hace de Elder se puede pensar en un gesto a la Antoine Doinel de François Truffaut.
Sí, de alguna manera. Además, está en el proyecto de la próxima película. También me parece que la cuestión de la consciencia de clase es la de lograr tener un relacionamiento humano, por eso yo solo trabajo con amigos.
—Se produce una conjunción, por ejemplo, en El gran movimiento, de la vieja La Paz, de los mercados; con la nueva La Paz, de los teleféricos hacia El Alto...
—Una de las intenciones era que La Paz fuera un personaje. Me interesa dialogar con las artes bolivianas en general y hay elementos de la representación de La Paz en los artistas bolivianos, en la pintura, en la literatura. Podemos hablar de Jaime Saenz, que para mí es el mayor literato boliviano, que hizo muchas novelas en la que la ciudad de La Paz es personaje, y con personajes del hampa o de los límites de la ciudad. Me interesa resignificar esos personajes…
—Es cuando aparece este personaje misterioso llamado Max, que parecería ser un curandero.
—A mí me gusta mucho poner en cuestionamiento la representación de ciertos personajes. Podría ser un curandero, lo que se llama “yatiri” en aymara, pero Max es un tipo ermitaño que vive en los límites de la ciudad. De alguna manera quería poner en cuestionamiento esa representación “yatiri”. A mí no me interesa hacer cine folclórico. Yo he estado realmente tratando de romper con eso que lastimosamente se ha puesto de moda, que es el “cine andino”, que vuelve a exaltar el folclore y hace una elegía al indigenismo de una manera paternalista…