Opinión Bolivia

  • Diario Digital | sábado, 25 de marzo de 2023
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Choque: ‘Utama no tiene muchos diálogos, se entiende a través de los rostros’

El actor de 26 años, Santos Choque, como Clever.  ALMA FILMS
El actor de 26 años, Santos Choque, como Clever. ALMA FILMS
Choque: ‘Utama no tiene muchos diálogos, se entiende a través de los rostros’

El joven actor de 26 años, Santos Choque, es uno de los rostros de la película boliviana “Utama”, interpretando a Clever, el nieto de la pareja de ancianos que debe hacer resistencia a una larga sequía. Su reciente premio como mejor actor secundario en el Festival de Beijing 2022 le ha presentado una popularidad con la que no se siente muy cómodo y describe en esta entrevista. 

P: ¿Cuál fue tu primera actuación y cómo llegas a esta experiencia?

R: La primera vez que voy a actuar es en el teatro, en la universidad. Me causa curiosidad, intriga saber cómo era, voy a descubrir este mundo y veo algo que me encanta. Llego al cine después de dos años en el teatro de la Unifranz, se presenta la oportunidad de un casting para “Averno” y ahí es cuando consigo el papel de Karas, ahí conocí a los hermanos Loayza y a su padre. Tiempo después me hacen la invitación para que participe en “Utama”. 

P: Entonces la formación viene desde el teatro…

R: Estuve como unos tres años en teatro en la universidad. Hacíamos obras pequeñas para el Día del Niño, la Larga Noche de Museos, para cerrar la gestión. Te mentiría si te dijera exactamente cuántas fueron. Yo estudié Administración de Empresas y ahí es cuando me invitan, ahí la profe Pati (García) me invita y acepté porque me daba mucha curiosidad su forma de expresarse, distinta al resto de mis profes.  

P: ¿Cómo ha sido el proceso de interpretar a Clever y qué rol tiene en la historia?

R: El proceso de interpretarlo no lo veía muy difícil porque Clever no tiene rasgos característicos en su personalidad que lo hagan ser extrovertido. Es lo que más me cuesta, por lo que en ese aspecto no me causó problemas. Más bien me preocupaba cómo iba a fluir la química con los que son mis abuelos en la película, también el tema de los rostros porque la película no tiene muchos diálogos tenías que hacer que se entienda a través de los rostros. 

P: ¿Ha sido difícil trabajar con ellos?

R: Esa era nuestra preocupación, son mayores, algunas escenas complejas podrían costarles, pero no hubo problemas. Don José y doña Luisa lo hicieron maravillosamente, tuvieron una capacidad de adaptarse a los ensayos y a la película increíble. Un mes antes hacíamos los ensayos y simulábamos cada escena y ellos ya se la conocían desde el comienzo hasta el final, desde el diálogo los gestos, todas las expresiones. Cada vez que venía una escena solo teníamos que recordarles cuál era y lo hacían maravillosamente. Eran muy dinámicos.

P: ¿Notaste un guion fijo o hubo mucho de improvisación? 

R: Era algo fijo, en determinado momento les costaba la pronunciación de determinadas palabras, para que se note natural, Alejandro (Loayza, el director) era lo suficientemente flexible para decirle “está bien, cambiemos esa palabra”. Hubo dos escenas que improvisamos porque se lo pedí yo. Si te cuento capaz te spoileo (risas), está bien ligado a la historia, yo sentía un vacío en Clever y quise aportar de cierta manera y les gustó y se quedó. 

P:¿Has notado grandes diferencias entre trabajar con Marcos y Alejandro?

R: Tienen sus diferencias, pero también muchas similitudes. Con Marcos existía mucha libertad en cuanto cómo te desenvuelvas en tu trabajo. Marcos no nos metía presión, venía, te explicaba y volvimos a hacerlo y eso tenía también Alejandro. Es muy bueno porque no te estresas, no te cargan de presión, te liberan, te ayudan. 

P: ¿Cómo estás viviendo el momento de esta experiencia?

R: Había una razón por la que yo dudaba de entrar al teatro porque no me gusta estar llamando mucho la atención, hasta me incomoda a veces. Me gusta mucho mi espacio y cuando tienes la atención de la gente están en tu espacio, no es donde yo crecí, no es mi lugar. Yo soy el que siempre se sienta en el aula hasta atrás y ahí estoy viendo todo lo que yo quiero. Cuando gané el premio (en Beijing) fue el día viernes y no podía decir nada hasta el sábado, que se iba a transmitir en China. A la primera persona que le digo es a mi madre y no tengo la intención de divulgarlo, pero aparece el video en una página y se comienza a compartir y me impresiona el apoyo que me ha dado la gente, cambiaron totalmente las cosas aquí, la gente me comenzó a llamar, ahora sí saben que hice una peli, antes de eso no sabían nada (risas). Incluso ya apareció información falsa y yo, como todo un novato, no sé qué hacer, me dijeron, si lo desmientes, le vas a dar más cuerda y luego inventarán más cosas. Inventaron que camine sin zapato, yo di mi perfil de que trabajé como albañil, minero, eso es verdad, pero después me inventaron que vendí jugos, es una locura, indirectamente le hacen quedar mal a mis papás porque yo siempre recibí el apoyo económico y moral de ellos, no está bien que la gente piense que he vivido precariedades económicas de este tipo. Estos trabajos me dan libertad, en una oficina no es así, es un poco más rígido, mi primer trabajo era como secretario.