“Killers of the Flower Moon”, la última propuesta cinematográfica de Martin Scorsese, fue estrenada en el Festival de Cannes, en medio del caos desatado a las afueras de la venia y explosiones de emociones.

Sea por el hecho de que era ‘un filme de Scorcese’, o porque está protagonizado por los actores fetiche del director de “Taxi Driver”, Leonardo DiCaprio y Robert De Niro, el evento convirtió a la Croisette, la avenida costera que es el epicentro del festival, en un pandemonio. 

Estaban las largas filas de personas que, desde la madrugada o quizás la noche anterior, esperaban para conseguir una entrada, pese a que se habían agotado casi de inmediato. 

Estaba la lluvia que duró prácticamente todo el día, transformando todo en un mar de coloridos paraguas y gente empapada esperando un ticket, una foto, un autógrafo o, simplemente, ver a alguna celebridad.

Y el drama también llegó a la sala de prensa: peleas por lugares en las filas de los periodistas, discusiones con los encargados del control de entradas y, curiosamente, escenas de júbilo, llantos y hasta abrazos entre desconocidos cuando alguno conseguía un pase gracias a cancelaciones de último momento. 

A juzgar por el aplauso generalizado que se dio en el pase de la prensa, la experiencia Killers of the Flower Moon —que se estrenará en salas comerciales en octubre y Apple TV+ luego— fue todo un éxito.