Porque el drama no se limita a la gran pantalla, Harrison Ford recibió ayer una sorpresiva Palma de Oro honorífica en Cannes, antes del estreno mundial de “Indiana Jones y el dial del destino”.

Visiblemente emocionado por el reconocimiento —no inscrito en el programa oficial— Ford agradeció al público reunido en la sala elegida para la nueva instalación de la saga de aventura dirigida por James Mangold. 

En esta entrega, que se sitúa en Nueva York en 1969, Indiana Jones se encuentra a punto de jubilarse como profesor de arqueología y lidiando con la separación de su esposa Marion.

Sin embargo, su vida da un giro inesperado cuando Helen Shaw, hija de su viejo amigo Basil y su ahijada en el filme, aparece y lo involucra en una aventura que lo llevará por todo el mundo.

El elenco de la cinta cuenta con Antonio Banderas, Phoebe Waller-Bridge, quien interpreta a la ahijada de Jones, Mads Mikkelsen, Boyd Holbrook y el joven francés Ethann Isidore.

Las apariciones de personajes emblemáticos de entregas anteriores asegurarán un toque de nostalgia a la esperada película.

Con todo, aunque “Indiana Jones y el dial del destino” es aclamada como una entrega entretenida e interesante, algunos críticos mencionan que le falta el alma de las tres primeras entregas de la saga.

Sin embargo, destacan el carisma y la inteligencia que Harrison Ford sigue aportando al personaje, a pesar de sus 80 años de edad, moviéndose con habilidad en situaciones complicadas.

Con efectos especiales impresionantes y secuencias clave digitalmente rejuvenecidas, la película ofrece un nuevo capítulo en la vida de Indiana Jones y su legado.