Opinión Bolivia

  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
  • Actualizado 09:07

100 años de Saenz, fundador de la narrativa urbana boliviana

El editor Marcelo Paz Soldán guiará hoy un recorrido a su libro multimedia, coescrito con Cachín Antezana, para celebrar el centenario del escritor paceño.

El escritor, ensayista y cronista paceño Jaime Saenz, de quien se recuerdan 100 años hoy. ARCHIVO
El escritor, ensayista y cronista paceño Jaime Saenz, de quien se recuerdan 100 años hoy. ARCHIVO
100 años de Saenz, fundador de la narrativa urbana boliviana

Considerado por muchos como el escritor de mayor impacto en la literatura boliviana, tanto en verso como en prosa, e influyente de las generaciones posteriores, al crear un estilo propio, el “saenziano”, Jaime Saenz cumpliría hoy 8 de octubre 100 años. Para celebrar su aniversario, el editor y escritor Marcelo Paz Soldán guiará hoy en la Feria Internacional del Libro un recorrido a su libro multimedia “La bodega de Jaime Saenz”, que coescribió junto a Luis H. Antezana en 2005.

“Como lo menciona Cachín Antezana, es con la novela de Felipe Delgado que se crea la ‘narrativa urbana boliviana’. Es una novela de personaje, el nombre es de personaje, pero está totalmente mezclado con La Paz. Pensemos, entonces, que el mayor reconocimiento que ha recibido Saenz es que se hable de una ‘La Paz de Saenz’, como se habla de una ‘Dublín de Joyce”, comentó Paz Soldán, editor del sello Nuevo Milenio. 

El recorrido que realizará esta noche en el salón Werner Guttentag, desde las 20:00 horas, tomará como base los tres periodos en los que califica a la obra saenziana. El primero que abarca desde 1955 – 1975. El segundo de 1976 – 1986 y el tercero de 1987 a 2000, cuando se publica “Café y mosquitero”, el que supondría su primer poemario, pero no fue publicado hasta el inicio de este siglo.

Nacido en la ciudad de la sede de Gobierno en 1921 y fuertemente influenciado por los filósofos alemanes (Hegel, Heidegger y Schopenhauer), país al que visitó cuando aún estaba en secundaria, Saenz es conocido por su literatura intimista y ensimismada, relacionada a la dipsomanía, la noche y la bohemia. Sin embargo, como apunta Paz Soldán, se inmortalizó por su relación con La Paz, por describir su faceta “oculta, no visible, marginal, de alcohólicos, de aparapitas, de personaje. Una La Paz que se narra desde los contornos, de esos espacios poco visitados por la literatura”. 

En “Imágenes paceñas” (1979) “recorre la ciudad que él quiere recordar”.

Su vasta influencia que se palpa hasta el día de hoy, no solo en los homenajes, documentales, ensayos dedicados y recopilaciones, sino en un estilo del que otros autores bebieron. Paz Soldán menciona a alguno de sus más representativos “seguidores” o al menos de lo que se respira cierta atmósfera saenziana, como “La tumba infecunda” (1985) de René Bascopé; “De kenchas, perdularios y otros malvivientes (2013) de Álvaro y Diego Loayza que explora el mundo del cacho en la bohemia paceña; o “La venganza del aparapita” (2020) de Bartolomé Leal que utiliza ese arquetipo del aparapita, representado en el migrante andino que llega a la ciudad y se mimetiza haciendo los trabajos más difíciles para su sustento diario. 

Para finalizar, Paz Soldán recomienda dos de sus lecturas favoritas: “Recorre esta distancia” (1973), “un solo poema en todo un libro (…) extenso, preciso que corta como navaja filuda y se incrusta en el cuerpo”; y en verso, acaso su obra cumbre, “Felipe Delgado”.