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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Trópico: algunos colegios cambian a la modalidad semipresencial

En algunos establecimientos decidieron dividir a los grupos de colegiales, otros evaluarán la situación en días próximos y algunos utilizaran cartillas.
Niños de primero de primaria  en la unidad educativa San isidro, en Shinahota. DICO SOLÍS
Niños de primero de primaria en la unidad educativa San isidro, en Shinahota. DICO SOLÍS
Trópico: algunos colegios cambian a la modalidad semipresencial

Efrosina Condori, la mamá de Óscar, llegó con él e ingresó al aula de primero de primaria del colegio San Isidro de Shinahota, ambos con barbijo. Ella le acomodó la máscara facial a su pequeño y le recomendó utilizar el alcohol para desinfectar sus manos. “Así tenemos que mandarles para cuidarles de la enfermedad (coronavirus, COVID-19), las mamás también tenemos que ponernos barbijo; y en la casa hay que enseñarles también para que se sigan protegiendo las wawas”.

En el Trópico de Cochabamba, los Consejos Educativos de los distritos de Villa Tunari, Shinahota, Chimoré, Puerto Villarroel y Entre Ríos, además de alcaldes, concejales, directores distritales de Educación, directores de Desarrollo Humano, ejecutivos y secretarios generales de las Seis Federaciones del Trópico acordaron que las clases serán presenciales. Asumieron esta medida considerando que en esa región hay menos casos positivos que en otros municipios.

Sin embargo, no todos acataron esta determinación. Debido a la cantidad de estudiantes, hay colegios donde determinaron la modalidad semipresencial, otros la división de los colegiales en grupos y otros todavía realizarán evaluaciones.

Para la mamá de Óscar, las clases presenciales son lo más adecuado. “El año pasado estaban muy atrasados nuestros hijos, ahora estamos conformes con que vengan al colegio. No es lo mismo la clase virtual. Algunos tenemos celular, pero no tenemos señal, no llega al chaco”, comentó mientras acomodaba a su hijo en una silla del curso.

La maestra María Antonieta Zapata dijo que hay 20 niños inscritos para pasar clases con ella y que lo mejor será la división en dos grupos de 10 y en horarios de mañana y tarde. “Estamos queriendo organizarnos de otra manera, darnos modos”, dijo y sugirió también las clases semipresenciales o virtuales; aclaró que los maestros se prepararon para el uso de diferentes plataformas

A esta unidad educativa de Shinahota, los niños llegaron con máscaras faciales, barbijos y alcohol en gel que colgaba de sus cuellos.

Mientras la profesora Zapata organizaba a los niños separando las pequeñas mesas y las sillas, en el curso paralelo, la profesora Alicia Castellón también ubicaba a los niños en sillas distanciadas y formando un semicírculo.

La profesora les dio indicaciones sobre el lavado de las manos y otras medidas de bioseguridad. Algún papá que estaba en el pasillo le instruía a su hijo desde afuera: “No te vas a sacar (la mascarilla)”.

Castellón resaltó, como otra acción de protección contra el virus, que los niños no pueden comprar nada en el colegio y que deben llevar los alimentos para el recreo desde su casa.

Entretanto, el profesor David Fernández pasó clases con una veintena de niños de tercero de primaria, situados con distancias de más o menos un metro entre uno y otro, y todos con mascarillas faciales. En esta clase les expuso dos videos en el aula para orientar sobre el coronavirus y la prevención.

“Debemos concientizar a los estudiantes y los padres de familia para que tomen en cuenta la bioseguridad, para seguir adelante con las clases presenciales”, dijo.

ORGANIZACIÓN

En la unidad educativa Mariscal Sucre del municipio de Shinahota, este lunes fue la inauguración del año escolar, con entonación del himno nacional y la iza de la bandera tricolor. Sin embargo, no empezaron las calases, y fue una jornada de organización entre el plantel docente y los padres de familia.

La directora Deysi Moya lamentó que no se cuente con lo necesario para cumplir con todas las medidas de bioseguridad. Expresó que requieren más personas incluso para la toma de temperatura de cada estudiante al ingresar a la unidad educativa.

Describió que cada curso tiene entre 28 y 30 estudiantes, desde inicial hasta secundaria, por lo que ve como una dificultad poder garantizar la distancia física.

”Estamos acatando lo que dice la parte social, clases presenciales (…). Hay que ver también la pandemia, tal vez se ve que no hay muchos casos en el Trópico, pero uno puede contagiar a muchos”, sostuvo.

En el acto de inauguración, los papás se sentaron en las graderías y los profesores ocuparon el patio, distanciados entre ellos.

La directora se refirió a lo preocupante de la pandemia. Les recordó que el Consejo Educativo y los padres de familia se comprometieron a garantizar las medidas de bioseguridad.

“Estamos poniendo a prueba la salud de nuestros hijos, señores padres de familia (…). Si va a haber dificultades, nos tenemos que reunir (…). Está bien, ustedes han pedido clases presenciales, pero se va a hacer una evaluación para ver si estamos pudiendo controlar o no”, les dijo a los papás y les pidió que acudan para ayudar en el control.

SEMIPRESENCIAL

En el colegio de Fe y Alegría en Chipiriri, Villa Tunari, también hubo acto de inauguración del año escolar 2021. En el nivel secundario determinaron la modalidad semipresencial en el nivel secundario, para evitar la aglomeración de personas en las aulas.

El profesor de Comunicación y Lenguaje, Magdiel Villca, pasó clases en el sector del coliseo. Ahí dio indicaciones de la forma en que serán as clases.

“Los padres han determinado que va a ser presencial. Pero, nosotros estamos viendo que hay bastante cantidad de estudiantes. Entonces, hemos determinado que va a ser semipresencial. Se van a organizar en dos grupos”, detalló haciendo referencia a los números pares e impares en las listas.

Acotó que este trabajo será reforzado con la modalidad virtual y el uso de cartillas, dependiendo cómo se organiza cada profesor.

En 2020 ya habían utilizado plataformas virtuales, aunque solo con los estudiantes “voluntarios”, un 50%.

Según el programa del Ministerio de Educación, se debe dedicar un tiempo a la nivelación. Agregó que esta semana ya coordinan los grupos de WhatsApp y el uso de plataformas.

Villca recomendó a los jóvenes “ahorrar sus megas y utilizarlos para la educación”.

José Daniel Arias, uno de los estudiantes, recordó que ya pasaron clases a través de zoom y classroom. “Ahora vamos a pasar divididos en grupos (…). El grupo A va a pasar un día y luego el B. Para las clases virtuales debemos estar atentos al celular”, manifestó e informó que en su zona existe señal de internet.

PRUEBA NEGATIVA

Aunque los padres de familia habían determinado pedir las pruebas negativas del virus a los profesores, no fue fácil.

La profesora Castellón dijo que en el colegio donde trabaja no les obligaron a tener la prueba negativa, pero aseguró que ella la tiene.

El profesor Villca manifestó que hubo la sugerencia de los papás. Él explicó que, por la cantidad de pacientes en los centros de salud, no es posible acceder a la prueba en el día, sino que se debe esperar hasta una semana.

Pero, acotó que asumen su rol con responsabilidad y acuden protegidos. Este lunes el vestía un deportivo rojo, como los demás maestros de su colegio, además de máscara facial, guantes y hasta protectores en los zapatos. “Estamos sanos y nos estamos cuidando”.

“SIN BARBIJOS”

En los colegios visitados por este medio en el Trópico, había letreros que instruían el uso de barbijo y personal que hacía la misma recomendación. Sin embargo, fuera de las unidades educativas, buena parte de las personas no utilizaba este elemento de bioseguridad, ni adultos ni los niños.

En algunas unidades educativas, había papás y mamás que tampoco se colocaban el barbijo o lo llevaban en la mano.

Algunos niños también tenían el cubreboca en el mentón o, a modo de juego, hasta en los ojos.

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