Un avión DC-6 La Cumbre que hace años llevaba carne desde Beni hasta el occidente de Bolivia fue reproducido a escala.

El modelista que realizó este trabajo no descuidó ningún detalle, tanto así que parece que esa aeronave habría sido achicada con una varita mágica.

El avión “carnicero” que reprodujo lleva, incluso, algunos distintivos del original, como la bandera boliviana en la cola, desgastes en algunos sectores y otros elementos que hacen que sea una copia fiel del original.

Esa es una entre 180 piezas de modelismo estático que fueron armadas por 21 modelistas de Cochabamba.

Los apasionados por esta actividad demoraron entre tres meses y un año en elaborar no solo aeronaves, también tanques y otros vehículos, algunos vinculados al ámbito bélico.

Nelson Guzmán, el presidente de la Sociedad de Modelismo Estático Cochabamba (SOMEC), explicó que este hobbie está consolidado en el departamento. SOMEC, por ejemplo, tiene 24 de años de vigencia y cuenta en sus filas también con mujeres.

Para armar estas piezas, los modelistas traen maquetas de Estados Unidos, Alemania, Inglaterra y China.

Entre las 180 piezas que este año presentó SOMEC también había un avión con una cúpula de vidrio. Guzmán detalló que se trata de una réplica de una nave que participó en la Segunda Guerra Mundial. “Es un avión referencial que tiene lujo de detalles”.

Los aficionados por este arte invitaron a la población a sumarse al club para empaparse más con el modelismo estático.