Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 27 de septiembre de 2023
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RESPUESTAS SOCIALES ANTE LA ESCASEZ DEL RECURSO

Recarga Hídrica: ‘fábricas de agua’ son las zonas protegidas en Pojo

En esta época, en 2022, el Cono Sur tenía 60% de agua en sus fuentes. En la actualidad, hay entre 25% y 35%, según la Mancomunidad.
Áreas productivas en el municipio de Pojo.  / ALCALDÍA DE POJO
Áreas productivas en el municipio de Pojo. / ALCALDÍA DE POJO
Recarga Hídrica: ‘fábricas de agua’ son las zonas protegidas en Pojo

Las ‘fábricas de agua’, como denominan a las áreas de recarga hídrica, fueron declaradas zonas protegidas municipales en Pojo, en la región del Cono Sur.

El Cono Sur es una de las regiones que más sufre por sequías en el departamento de Cochabamba. En esta época, en 2022, esa región tenía 60% de agua en sus fuentes. En la actualidad, hay entre 25% y 35%, según el gerente de esa mancomunidad, Guery García.

Desde la Gobernación, se informó que de los 48 municipios y el territorio indígena de Raqaypampa, 40 ya sienten afectación por la escasez de agua. El presidente de la Asamblea Legislativa Departamental (ALD), Juan Carlos Irahola, dijo que están pendientes de los requerimientos; en días recientes, hubo entrega de materiales para construcción de tanques y otros en municipios afectados. Punata y Sacaba ya emitieron declaratorias de emergencia y dispondrán recursos de manera extraordinaria para la atención requerida.

Sin embargo, al margen de solo enfocarse en cómo utilizar lo poco de agua que hay, existen municipios, como Pojo, donde apuestan por proyectos a mediano y largo plazo con el objetivo de garantizar los recursos hídricos. La Fundación Agrecol Andes trabaja estos aspectos con municipios del Cono Sur.

El coordinador del Programa Cono Sur de la Fundación Agrecol Andes, Tito Villarroel, describió que Pojo, como parte de su política municipal, aprobó en enero de este 2023 una ley “para localizar, restaurar y proteger” sus zonas de recarga hídrica, sectores con características biofísicas, donde captan, absorben, infiltran o hacen escorrentía del agua de lluvia.

“Ellos lo denominan como fábricas de agua. La idea es que, si estos sitios no están con vegetación o están deteriorados o contaminados, no van a cumplir esa función; por tanto, el agua va a disminuir”.

A través de esta ley, garantizan que se identifique, localice y se delimite la zona, lo que está sujeto a un manejo especial. El fin es implementar ahí reforestación, que hay agricultura no intensiva e incluso se hace protección física para que se cumpla la función de almacenar agua.

“A través de esa ley, el Gobierno municipal las declara como zonas protegidas municipales por su función de recarga hídrica”.

Por otro lado, también existe un programa municipal, una estrategia para la gestión de esos recursos en Pojo.

Esto implica proyectos enfocados en cuatro aspectos: restaurar, proteger, conservar y administrar adecuadamente las zonas de recarga.

“Esa es la normativa municipal que, en el mediano y largo plazo, va a hacer que este municipio tenga mejores perspectivas agua disponible”.

Se hace referencia a la denominada cosecha de agua de lluvia.

La laguna Sulti en Punata con algunos charcos de agua, en días recientes. / DICO SOLÍS
La laguna Sulti en Punata con algunos charcos de agua, en días recientes. / DICO SOLÍS

VERTIENTES

En la mayoría de los municipios del Cono Sur, las fuentes de agua son las vertientes.

“Las familias, a veces, ven que sus vertientes van secando después de la época de lluvias o van bajando en su caudal. El motivo es porque sus zonas de recarga están totalmente deterioradas”.

En el marco de la normativa vigente, gestionan proyectos referidos a la localización de estas zonas de recarga y planes de manejo en los que intervendrán las familias beneficiarias. Prevén la gestión con programas nacionales como el Plan Plurinacional de Recursos Hídricos, además de otras instancias, en las que apoyan Fonabosque y Agrecol Andes.

Villarroel aclaró que se trata de acciones con resultados a mediano o largo plazo.

BAJAS HASTA LA MITAD

El gerente de la Mancomunidad de Municipios de la Región del Cono Sur expresó que en su zona existe mayor falta de recursos hídricos que el año anterior.

“Estamos con 35%, 30% y, en algunos casos, 25% de recarga (en nuestras fuentes de agua). Eso se está economizando, se están reduciendo los recursos en el tema de consumo humano. Si antes se soltaba el agua dos veces a la semana; ahora, se suelta solo una vez para el consumo humano”.

En 2022, las recargas en sus fuentes tenían entre 60% y 70%

“Hemos estado normal hasta septiembre. Recuerdo que, en octubre, recién salimos a pedir la colaboración del Gobierno central (por tema de agua) y en febrero (de 2023) recién nos entregaron los tanques”, recordó García, haciendo referencia a que, este año, las dificultades y pedidos se dieron tres meses antes. Además, meses antes, ya habían informado sobre la baja en las recargas.

Para la producción, dijo, se prioriza el riego tecnificado, considerando que el riego “a rebalse”, por inundación, ya casi no se realiza, porque no existe la suficiente recarga hídrica, “si no, se regarían las primeras parcelas y, abajo, ya no tendrían”.

García acotó que la mayoría de los municipios del Cono Sur, al ser productivos, están invirtiendo sus recursos para el riego tecnificado, aunque con contrapartes mínimas.

Afectación por sequía en el municipio de Pasorapa, en años anteriores. / ARCHIVO
Afectación por sequía en el municipio de Pasorapa, en años anteriores. / ARCHIVO

PASORAPA Y OTROS

El Coordinador del Programa Cono Sur describió que, como en Pojo, el municipio de Pasorapa (uno de los más recurrentes por problemas de sequía en el departamento) cuenta con una ley integral de recursos hídricos. Implica un programa para 10 años que se irá implementando a través de un ‘comité impulsor del agua’, que es presidido por el Alcalde y sectores de la sociedad civil, como los regantes y ganaderos pasorapeños.

“En la última reunión que hemos tenido, ellos han priorizado informes técnicos de condiciones previas (ITCP), tienen dos. Este comité impulsor irá a La Paz para promover que estos ITCP se conviertan en (proyectos a) diseño final y sean ejecutados”.

El problema en torno al agua en Pasorapa en mayor que en Pojo.

La estrategia requiere alrededor de 38 millones de bolivianos, que el Gobierno municipal no puede solventar; entonces, realizan gestiones ante organismos nacionales e internacionales.

Estos dos municipios llevan la batuta en torno a planes para cuidado de áreas de recarga acuífera.

Sin embargo, también existe interés desde Aiquile y Totora, según Villarroel.

OTROS PROYECTOS

García manifestó que desde 2022 impulsan proyectos para la cosecha de agua. Los municipios más propensos a la sequía son Pasoarapa, Omereque y Aiquile.

“Ahí se ha trabajado con atajados, cambio a riego tecnificado y, hasta el año pasado, se ha socializado el programa Rumbo a la Soberanía Alimentaria con enfoque de cuencas, al que ingresaron los municipios de Pasorapa, Aiquile, Omereque, Totora, Tiraque, Pojo, Pocona y Arani. En la actualidad, ya tienen trabajos”.

Detalló que las inversiones son de 3.7 millones de bolivianos por cada producción, que son tres: papa, tomate y cebolla.

También accedieron a la perforación de dos pozos por municipio; de los cuales, ya se concluyeron seis; y están a poco de terminar otros seis.

En Raqaypampa existe dificultad para la perforación debido al terreno rocoso y la falta de recursos para la maquinaria necesaria. Prevén una nueva solicitud.

Por otro lado, trabajan en la gestión de 10 carros cisterna.

Reflexionó sobre la importancia de la cosecha de agua, existen convenios también con el Viceministerio de Recursos Hídricos. Exhortó a no malgastar los recursos hídricos, con miras a su uso sin racionamiento, a largo plazo.

Ganado en zonas productivas del municipio de Punata.  / DICO SOLÍS
Ganado en zonas productivas del municipio de Punata. / DICO SOLÍS

EJE METROPOLITANO

En el Eje Metropolitano de Cochabamba, el Parque Nacional Tunari (PNT) también tiene zonas de recarga. Villarroel lamentó que eventos como los incendios, deterioren los sitios generando deforestación.

“Por eso es que nuestras fuentes de agua, pozos que también tenemos, se están secando. El mensaje es no esperar la respuesta, la reacción, hay que ir allá a cuidar esas zonas, identificarlas a través de políticas públicas y acciones técnicas, de acuerdos sociales entre los usuarios”, afirmó.

Enfatizó que en las cuencas y microcuencas de los valles existen zonas geográficas que, gracias a sus características biofísicas (cobertura, pendiente, vegetación, uso de suelo), de ubicación (cabeceras) y características climáticas (principalmente precipitación), son potenciales para captar, infiltrar, almacenar con gran eficiencia y eficacia respecto a otras zonas el agua que proviene de las lluvias para luego distribuirla, superficial y subterráneamente, en distintas fuentes como vertientes, pozos, atajados, lagunas, quebradas, desde donde es aprovechada por la población para diferentes usos.