El personal que operaba el buscarril de Cochabamba fue movido a otros departamentos y dilatan la rehabilitación de ese medio de transporte.

Hace más de dos años, el tranvía que conectaba la ciudad de Cochabamba con Aiquile y pasaba por al menos 15 comunidades del Valle Alto dejó de operar.

La gestión pasada, la Empresa Ferroviaria Andina dijo a OPINIÓN que ese medio de transporte aún no entraría en funcionamiento debido a las cifras rojas de la pandemia.

No obstante, ahora que la COVID-19 está en desescalada, no hay indicios de su pronta rehabilitación.

La compañía informó a OPINIÓN que “su reactivación está en proceso de análisis” y argumentó que las necesidades de transporte de las personas de esa región del departamento ya fueron respondidas por medios de transporte carreteros.

SITUACIÓN

Durante un recorrido por el parqueadero del buscarril, por inmediaciones del kilómetro 5.5 de la avenida Petrolera (frente a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), OPINIÓN constató que está parcialmente cubierto con una malla semisombra para evitar su deterioro y hay hierba a su alrededor.

Otro factor que está en contra de su pronta puesta en marcha es la situación del personal. El chofer y un ayudante fueron cambiados de destino.

Uno de ellos operaba la máquina hace al menos 30 años, pero fue destinado a Villazón, en Potosí.  Continúa como empleado de la Empresa Ferroviaria Andina. El otro está en Oruro, de acuerdo con una fuente que prefirió mantener en reserva su identidad.

Desde la compañía argumentaron que sus trabajadores no tienen una posición fija, “la asignación de funciones siempre es dinámica” y gira en torno a las necesidades de la empresa.