Con tarros de pintura, brochas en mano, conos improvisados y la esperanza de despertar la solidaridad de la población cochabambina, una pareja de venezolanos pinta las calles de la urbe, a cambio de unas monedas para sobrevivir.

La pareja de migrantes venezolanos identifica las vías con ausencia de señalización y procede a pintar los rompemuelles, con el objetivo de evitar que los conductores se expongan a diversos accidentes.

Mientras realizan su trabajo, en medio de la circulación vehicular, sus dos pequeños hijos aguardan en las aceras. Desde los extremos de las vías, los niños se limitan a jugar mientras esperan pacientemente la llegada de sus padres.

Sin embargo, a pesar de que la actividad es aplaudida por varios transeúntes y conductores, la pareja lamenta que los guardias municipales no les permite realizar el trabajo y “los retiran” de las vías.

La familia de migrantes ha despertado la admiración de la población cochabambina, quienes invitan a colaborar con los mismos mientras coadyuban con la mejora de la señalización vehicular.