La senadora del Movimiento Al Socialismo (MAS) y miembro de la Comisión Especial de la Laguna Alalay Lucy Escobar observó a la Alcaldía de Cochabamba por la licitación para el dragado de la laguna Alalay sin contar con licencia ambiental, que emite la Gobernación.

Por su lado, desde la Alcaldía informaron que la licitación es la parte administrativa y que, para la ejecución del dragado, evidentemente, sí se requiere la licencia.

Escobar criticó las contradicciones de la Alcaldía, señalando que en ocasiones anteriores se requirió la presencia del Comité de Recuperación Mejoramiento y Preservación de la Laguna Alalay (Crempla), “cuando les conviene”; pero, en este caso “parecen dilatar el proceso” al no considerar su participación.

Al respecto, el director de Medio Ambiente de la Alcaldía, Elvis Gutiérrez, destacó los esfuerzos realizados por parte del Ejecutivo Municipal para ajustar el presupuesto y obtener los recursos necesarios para el dragado de la laguna. Dijo que el Crempla no asignó ningún fondo.

Sobre la licitación, sostuvo que el proceso administrativo puede tardar más de un mes; pero, afirmó que se siguen los procesos correspondientes.

Aclaró que están dentro de los tiempos previstos, y que la licencia se requiere para el momento de la ejecución.

Por otro lado, la senadora Escobar también denunció la realización del traslado y encapsulamiento de microalgas, considerándolo una contaminación ambiental. Además, expresó su preocupación por el hecho de que el dragado se lleve a cabo en las orillas de la laguna Alalay sin la correspondiente licencia.

Sobre ese tema, Gutiérrez enfatizó que, en la actualidad, no se lleva a cabo el dragado de Alalay, sino que se continúa con el plan de emergencia implementado anteriormente debido al aumento del volumen de agua y los malos olores.

OPCIONES

Entretanto, el equipo técnico enfatizó la necesidad de que la laguna se alimente de agua sana.

El ingeniero Oscar Nogales cuestionó que el proyecto municipal carece de cualquier tipo de tratamiento o disposición final del agua y los lodos contaminados, lo que representa un grave riesgo para la salud pública y la contaminación del medio ambiente.

El arquitecto Julio Rojas enfatizó en la importancia de dotar de agua a la laguna Alalay bajo dos condiciones fundamentales. En primer lugar, se requiere el acceso a las aguas de Misicuni destinadas a riego, permitiendo que estas aguas fluyan a través de la laguna y se renueven constantemente, evitando así el proceso de putrefacción.

También mencionó otras opciones, como establecer sistemas de purificación a través de canales en el área circundante, controlando el flujo de agua desde el cerro San Miguel, Cerro Verde y toda la cuenca de Valle Hermoso. Además, manifestó la necesidad de mejorar las condiciones de purificación del aporte de agua proveniente de las plantas de Sacaba, en Esmeralda y El Abra.