Muere el párroco de San Antonio, Linton Guzmán Torrez

Linton Guzmán, padre de la parroquia San Antonio, ubicada en La Cancha de Cochabamba, murió este sábado, tras una dura batalla contra el coronavirus.
Conocido por su labor solidaria, Linton contrajo la COVID-19 tras acompañar a una mujer en sus últimos momentos de vida. Después supo que la misma tenía coronavirus. Enfermó el 27 de junio.
Dio positivo a la COVID-19 y fue hospitalizado. Bendijo el hospital Solomon Klein en su inauguración hace dos años. La prueba rápida dio negativo, pero los rayos X develaron el serio grado de afectación en sus pulmones.
A través de un comunicado, miembros de la iglesia de San Antonio hicieron conocer este viernes que Guzmán recibió el sacramento de la Santa Unción debido a su estado crítico.
"Con la ofrenda de su entrega y servicio y los dolores de esta enfermedad los asocie a los de Cristo para presentarse purificado. Gracias a todos quienes siguen apoyando en la oración y solidaridad. Su ejemplo de carmelita y de pastor que da su vida por las ovejas más necesitadas es lo que nos deja como senda a continuar", indica la nota.
El padre Linton pasó sus últimos días internado en la clínica Los Ángeles, donde rindió la última pelea contra el virus causante de su deceso.
GUARDIÁN DEL CONVENTO DE SANTA TERESA
Linton Guzmán fue director del convento de Santa Teresa. Consagrado a los votos sacerdotales de pobreza, castidad y obediencia, este párroco llevó adelante la restauración de dichos ambientes, así como la implementación del armado de las salas del museo. Lideró estas obras en sus dos fases, culminadas en marzo de 2015 y abril de 2018.
Se hizo cargo de más de un millón de dólares, donados por la Embajada de Estados Unidos en Bolivia, la Orden Internacional de Carmelitas Descalzos y los fieles devotos.
Nació en 1959, en Potosí. Es hijo de Vitaliano Guzmán y Vidma Tórrez. Fue el cuarto hijo de ocho hermanos: María Luz, Julia, María, Linton, Raúl, Virginia, Luis y Edith. La familia Guzmán Tórrez dejó Potosí, tras la jubilación de las minas de su padre en 1962, y se trasladó a Cochabamba.
“Con los beneficios sociales de mi padre, compramos un terreno en Villa Busch, cerca a la zona del Hipódromo, y ahí comenzamos a construir nuestro hogar; también hacíamos producir el terreno con papa, choclo, haba y otros”, relató en una entrevista con la Revista Así de OPINIÓN, en 2018.
Se entregó a la orden de Los Carmelitas Descalzos en 1992.
Entre los muchos cargos que ocupó están: superior, formador, responsable de la delegación provincial y asistente de la federación de la orden de las Madres Carmelitas Descalzas de Bolivia.