El milagroso Niño Sik'imira recibe a feligreses en Cuchumuela; le dejan billetes y ofrendas
Desde el viernes, el Niño Sik'imira (niño hormiga) ha recibido a cientos de feligreses en el templo de Cuchumuela, Villa Gualberto Villarroel, Valle Alto de Cochabamba. La imagen del niño Jesús mide solo dos centímetros y se dice que es la más pequeña del mundo.
Su festividad comenzó el viernes y se extenderá hasta mañana. Para hoy están programadas la misa central y la demostración de fraternidades, desde las 14:00. El lunes habrá calvario (despedida).
Alan Gálvez, alcalde de Villa Gualberto Villarroel, dice que el Niño Sik'imira es milagroso. “Hay que ir (ante él) con mucha devoción y mucha fe. Hay gente que no puede ver al niño; pero, si va con fe, logra verlo, hasta con una lupa. Es bien milagroso”.
Los fieles se ayudan con una lupa para observar los detalles de la imagen del niño rodeado de joyas y puesto en una cuna de oro.
La gente que acude ante él le pide principalmente salud y trabajo, y le agradece por los favores concedidos. Le deja ofrendas y billetes en su mostrador de vidrio.
Cuchumuela se encuentra distante a 1 hora y 20 minutos de la ciudad de Cochabamba. Para llegar al lugar, puede tomar transporte público desde la zona de San Carlos, por la avenida República, hasta Punata. En Punata existen vehículos que van directo a Cuchumuela.
HISTORIA
De acuerdo con la leyenda, era un niño de tamaño normal, a quien unas pastorcitas encontraron en medio de hormigueros.
“Como el niño lloraba y lloraba, fue llevado a una casa y mientras lloraba iba disminuyendo su tamaño hasta llegar a los dos centímetros. Cuando le han puesto un rosario, se quedó en ese tamaño”.
La zona pertenecía al Arzobispado de Arani. Entonces, el Niño había sido encontrado en la frontera entre Cuchumuela y Tacachi. Hubo rivalidad para quedarse con él. Para resolver el tema, el sacerdote habría dispuesto que donde primero se edificara un templo, ahí se quedaría el Niño Sik'imira.
Gálvez dijo que, de acuerdo con las historias, primero se construía en Tacachi. “Cuentan los abuelos que ese templo se cayó; y Cuchumuela, terminó. Entonces, el padre dijo que el Niño se quede en Cuchumuela”.
