A un año de la masacre de Huayllani, suceso que se cobró la vida de 12 ciudadanos que mostraban su descontento con el gobierno transitorio y fueron reprimidos por las fuerzas del orden, Cochabamba recordará a los caídos.

Sacaba llevará adelante hoy el conocido Cabo de Año, la ceremonia tradicional que rememora a los extintos. No obstante, no se tratará de una congregación clásica. En el acto, además de una misa y el retiro del luto, también habrá un reconocimiento a los familiares dolientes.

“Se tiene que reactivar la Justicia en Bolivia. Caso contrario, el pueblo aplicará la ley del control social”, alertó David Veizaga, de Yungas de Chapare.

Recordó que el 15 de noviembre de 2019 fallecieron, de forma instantánea, nueve hombres, producto del impacto de bala.

Otros tres quedaron heridos y no resistieron en los días siguientes. Julio Pinto Mamani ha sido una de las víctimas. Pereció en junio, después de agonizar. 

El evento comenzará a las 10:00. La presencia del presidente del Estado, Luis Arce, es duda.

Sacaba fue uno de los puntos más álgidos de agitación social en noviembre pasado, luego de que las Elecciones Generales que dieron por vencedor a Evo Morales fueran observadas por supuestas irregularidades y de que asumiera el poder el gobierno interino de Jeanine Áñez.

El delegado defensorial departamental de Cochabamba, Nelson Cox, observa que existió “impunidad” en los decesos.