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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Se fue Huguito, el periodista que moldeaba sueños jóvenes

Peredo fue editor en OPINIÓN, gestor, sonidista, y querido en la farándula y la cultura. Siempre invitó a los novatos a crecer.
Hugo Peredo, recordado periodista y gestor cultural  del medio. ARCHIVO
Hugo Peredo, recordado periodista y gestor cultural del medio. ARCHIVO
Se fue Huguito, el periodista que moldeaba sueños jóvenes

Cuando un novato caía en la redacción de OPINIÓN hecho un manojo de nervios, ahí estaba él para recibirlo. No importaba que el principiante fuera un practicante o reemplazante. Don Hugo Peredo se desprendía de mezquindades, encontraba el momento y las palabras para convencerlo de que todo estaría bien, de que el periodismo, más allá de ser un ambiente complicado con virtudes y otras no tantas, es una profesión que llena el alma.

Parecía vestirse de “impulsor de sueños”. No le faltaba en la boca alguna frase que alentara a seguir. Bien lo recordó Andrés Rodríguez, uno de los tantos que se quedó al costado de su escritorio varias veces, a la espera de recomendaciones, sermones o felicitaciones. Coincidió con el entonces editor de la sección Vida de Hoy hace más de una década.

“’Que se vayan a la m…, tú no te preocupes. Yo me ocupo de esto’, me dijo alguna vez. Y casi siempre volvía sonriendo y te miraba, con su mirada cómplice, con un pulgar hacia arriba: No pasa nada. Seguiremos trabajando”.

Porque siempre invitaba a crecer, porque Huguito, como lo llamaban los que más lo apreciaban, motivaba. “Que esto sea tu trampolín hacia cosas más grandes. Tienes que seguir creciendo”, trajo a su memoria Andrés, sobre lo que alguna vez escuchó de aquel hombre que supo conducirse por todos los terrenos del periodismo.

Falleció Hugo Peredo, el viernes, a los 66 años, luego de debatirse durante semanas en una cama contra una fibrosis pulmonar. Si habría que escoger apenas un oficio o profesión que pueda definir su vida laboral, sería difícil, pues también fue gestor cultural el Centro Simón I. Patiño; y trabajó en la producción de los Kjarkas, de Willy Claure y Zulma Yugar, entre otros. Además, se desempeñó como radialista (era una de sus principales pasiones) y sonidista.

Su sonrisa hizo que fuera acogido en el ambiente de la farándula, donde misses, modelos, actores y actrices también le demostraban un cariño especial. Bastaban solo segundos para que, percatados de su presencia, se acercaran a él.

Los personajes que entrevistó lloran su recuerdo. La cantautora y exasambleísta Estela Rivera es una de ellas. “Desde los años 80 nos unió el amor por la música y la radio.  Mi primer trabajo fue contigo, el Patiño y la película. Y así, a lo largo de la vida, siempre compartiendo proyectos e ideas maravillosas”, escribió la artista, en Facebook.

De humor inteligente, era capaz de invertir horas con un colega para hacerle ver todas las aristas de una situación, pero ya no solo laboral, sino personal. Porque su capacidad de empatía lo hacía olvidar que las jornadas de trabajo eran exhaustivas para el cuerpo, porque incluso la sala de reunión era el espacio perfecto para los consejos desde la sabiduría.

Ya separado de OPINIÓN en 2016, tras brindarle dos décadas de su vida, había optado por retornar a la representación musical de artistas.

Don Huguito, el amigo de todos, se ha ido, pero su huella queda en los que escucharon su consejo, sermón o, en el mejor de los casos, su felicitación.