Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 14:22

Cox retorna a oficina de la Defensoría del Pueblo en medio de altercados

El cerco se realizó hace dos semanas, exigiendo la renuncia de Cox a la Defensoría.
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El representante de la Defensoría del Pueblo, Nelson Cox, durante su ingreso a oficinas de la Defensoría del Pueblo en Cochabamba. Foto: Noé Portugal.
Cox retorna a oficina de la Defensoría del Pueblo en medio de altercados

El representante de la Defensoría del Pueblo, Nelson Cox, logró hoy ingresar a las oficinas de la entidad, después de 14 días de haber estado cercada por una protesta ciudadana conformada por las esposas de policías y diferentes colectivos de Cochabamba.

El cerco se realizó hace dos semanas, exigiendo la renuncia de Cox a la Defensoría. En ese tiempo, el representante de la entidad declaró que trabajaba en oficinas alquiladas al verse impedido de ingresar a su despacho.

En esta jornada, Cox se hizo presente en las oficinas de la calle 16 de Julio y tuvo que esperar durante varios minutos para intentar ingresar. Durante su espera, se suscitaron empujones y gritos en la puerta de la entidad, hasta que pudo ingresar con el apoyo del resguardo policial.

Los manifestantes criticaron el actuar de Cox en el cabildo de Sacaba en pasado mes. También recriminaron que no tomó “acciones legales” ante la muerte de Limbert Guzmán, el joven que falleció en Huayculi, durante los pasados enfrentamientos postelectroal.

Por su parte, representante de la Defensoría del Pueblo indicó que las denuncias se deben presentar con pruebas.

“Me han señalado de cinco casos, no sé cuáles son esos casos. Todo acto es demostrable, todo argumento debe ser comprobado. Cualquier otro caso, que me digan: en este hecho se ha parcializado, en esto han tapado o en esto han omitido, esos so datos concretos. Lo demás no son hechos”, dijo Cox a los medios de comunicación.

Sobre el difícil ingreso a las oficinas de la entidad que encabeza, indicó que “es penoso” el accionar de las personas que impiden desarrolle su trabajo de manera normal.

“Ha sido difícil (ingresar). Penosamente son dos semanas que no se ha podido entrar. Se agredía. Nos interesaba volver a trabajar y tener las garantías para volver. Los que pedían mi renuncia que hagan valer los mecanismos legales, pero no bajo el anonimato”, expresó.