En mayo del año pasado, cuando se propagaba la primera ola de la pandemia, Rodrigo Chávez venció el miedo y salió a recorrer las zonas más precarias de Cochabamba para llevar alimentos, medicamentos y ropa junto a su familia, en un pequeño auto rojo que aguantó la travesía en terrenos de tierra y empedrado.

Ocho meses después de haber comenzado con dichas causas nobles, el joven activista por la solidaridad enfermó de COVID-19. El virus lo encontró cuando Rodrigo, conocido popularmente como el Ñeque, llevaba adelante otra cruzada solidaria a favor de niños. Es por ello que le quedó un stock considerable de juguetes.

"He suspendido todo porque me contagié. Mi mamá y mi papá están más golpeados que yo. Entregué en Vila Vila. En este último tiempo fui a la Cordillera, a Rumi Corral, una población alejada situada a unas tres horas de Tiquipaya. Nunca vieron payasos, me dijeron sus papás", narró Rodrigo, ahora recuperándose en su casa.

Extraña volver a las calles para continuar repartiendo sonrisas, pero sabe que primero deberá reponerse físicamente. "Pensaba deshacerme de todo hasta fin de mes. Tendré que retrasar la entrega un poco", manifestó el voluntario.

LE OFRECIERON SER CANDIDATO

Rodrigo contó que algunas agrupaciones, entre ellas, Súmate, de Manfred Reyes Villa, y el Movimiento Al Socialismo (MAS), le ofrecieron unirse para proyectarlo como candidato. La respuesta del Ñeque fue rotunda. Les dijo que no.

"Es altruismo lo que me nace. Lo vengo haciendo desde que mis papás llegaron acá (Tiquipaya). Me invitaron como concejal. Primero quiero hacer carrera y encontrar un empleo en comunicación".

Contó, además, que se encuentra consumiendo dióxido de cloro.