Los residuos propios de la pandemia, como los barbijos y guantes, generan al menos dos consecuencias para el medio ambiente y la fauna si no son desechados correctamente.

El profesor e investigador en la Universidad Católica Boliviana (UCB) de Cochabamba, Marcos Luis Luján, dijo que los cubrebocas son un tipo de residuo tan contaminante como los plásticos porque no se degradan fácilmente.

Si son arrojados, por ejemplo, a la calle, causan al menos dos problemas: contaminan los ríos porque son arrastrados hasta allá o, en el peor de los casos, afectan a las aves.

Explicó que las aves usan materiales sólidos para construir sus nidos y corren el riesgo de que, al recoger barbijos, se enmarañen o los ingieran. Mencionó que se dieron casos de este tipo con plásticos. “Les causa mucho daño”.

Para evitar estos daños medioambientales, Luján aconsejó separar los barbijos en desechos no aprovechables o infecciosos. “No sabemos si la persona que lo está usando está enferma o no”.

Dijo que así se procede en los hospitales, pero quizás aún no en los hogares. De esta manera, los mismos trabajadores de la Empresa Municipal de Servicios de Aseo (EMSA) no correrán el riesgo de infectarse.