El uniformado habría aprovechado que la menor atravesaba por una “edad de rebeldía” para llevarla a su domicilio y posteriormente agredirla sexualmente. Un certificado médico forense confirmó que la víctima “evidentemente habría sido víctima”.
El hombre ofrecía trabajo por las redes sociales, encontraba a sus víctimas en la plaza Bolívar de Quillacollo. Allí les invitaba un jugo con el cual las dopaba “a plena luz del día” y posteriormente las violaba.
Dos personas fueron detenidas por tres delitos, en La Paz. Adolescentes firmaban contratos y los videos eran vendidos dentro y fuera de Bolivia.