El cadáver presentaba quemaduras por -según datos extraoficiales- un intento de "borrar las evidencias".
El padre aseguró que no sabía qué pudo llevar a su hijo a cometer esta acción y que, después de haber estado en el Ejército durante 22 años, le había enseñado buenos valores a Rosa. Por todo ello, pidió una "segunda oportunidad" para su hijo.
Según el reporte de la fuerza anticrimen, el niño consumió el químico por imitar una serie de televisión, donde un menor ingiere ese tipo de sustancia.
Frank estuvo internado una semana en la unidad de terapia intensiva de un hospital de la ciudad de Santa Cruz, luego de que el feminicida e infanticida roció con gasolina y prendió fuego a la madre y sus dos hijos que estaban en una habitación del municipio de Warnes, Santa Cruz.
La pequeña heroína, esencial en el auxilio que recibieron sus padres y otros seres queridos tras accidentarse con su auto, ofreció su genuino relato. Aquí, su experiencia en primera persona.