Las víctimas son jóvenes obreros de la concesión minera, tenían entre 20 y 30 años. Se identificaron que siete eran vigilantes y tres operarios.
El secretario general de ese organismo, António Guterres, dijo estar "horrorizado por el asesinato de cientos de palestinos civiles" en el hospital Al Ahli, un hecho que condenó, aunque evitó apuntar a posibles responsables.
El activista David Inca explicó que la defensa de la expresidenta argumentó “amedrentamiento” y que su vida corría “peligro” porque las víctimas estaban en el ingreso de la cárcel exigiendo justicia. Por ello, el acto procesal “no tendría garantías” para su desarrollo.
El autor era un ex oficial de 34 años que también asesinó a su familia y posteriormente se suicidó. Durante su escape en automóvil atropelló a varios peatones