El jefe de Defensa al Consumidor, Enrique Vizcarra, detalló que la sanción por alterar los aparatos tiene carácter administrativo y va acompañada de una multa que oscila entre los 100 y los 1.000 bolivianos, “dependiendo del caso”. Estas también contemplan el decomiso y su retiro del mercado.
A raíz de la acusación, el vehículo municipal fue secuestrado por la Policía conforme a una solicitud del Ministerio Público.
La instancia municipal también clausuró otro local, pero en calle Antezana, debido a que no contaba con licencia de funcionamiento.
Algunos de los locales sancionados son “reincidentes”. En estos casos, la Intendencia decomisó su mobiliario de funcionamiento.
Además de los cierres, el personal de la Intendencia entregó tres notificaciones de sanción a otros locales de la zona sur que atendían fuera del horario permitido. También procedió a desechar la bebida fermentada, elaborada, en su mayoría, a base de maíz.
La fumigación sanitaria y el desalojo de comerciantes de aves se realizaron en las calles Barrientos, Punata y Pulacayo. El intendente Enrique Navia aseguró que los operativos continuarán “todos los días”, por el bien común y la salud pública.
El personal municipal fue desplegado a diferentes sectores de la zona sur de la ciudad, como Valle Hermoso.
En el mercado 25 de Mayo, las aceras fueron “tomadas” por los comerciantes. En los sectores de La Cancha, Calatayud, San Antonio y la Pampa, la transitabilidad es “casi imposible”, debido a la masiva presencia de vendedores y clientes.