A los días de su ingreso al penal, su abogado y allegados alertaban que el lugar en el que se encontraba el líder de Creemos "no tenía las condiciones" ya que la autoridad cruceña padece de enfermedades de base.
El exministro, del ala radical del masismo, argumentó que en su gestión nunca tuvo acercamientos con el narcotráfico y que, según sus datos, se pudo aprehender y luchar contra el negocio de la droga. Ahora, en la visión de la exautoridad, todos los mecanismos para dar la batalla contra este ilícito "se han olvidado".
El Ministro acotó que “ese silencio” es similar al que mantuvo ante los hechos luctuosos en El Alto, en 2003, y en Senkata y Sacaba, en 2019.
El Ministro de Gobierno indicó que la última vez que tuvo contacto con el expresidente fue el 23 de enero.