En medio de este panorama, los trabajadores de la Empresa Municipal de Aseo de Quillacollo (Emaq) acatan un paro por demandas laborales, por lo que el recojo de basura fue suspendido hace dos días en el municipio del Valle Bajo cochabambino.
Esto se debe al feriado nacional. Las autoridades pidieron a la población que no eche sus desperdicios en las calles
Tras el convenio, firmado entre el alcalde de Quillacollo, Héctor Cartagena, concejales, Control Social y pobladores del Sindicato Agrario de Jawintiri se estableció que el botadero operará 75 días más. Tras ello, una empresa privada ingresará a realizar el tratamiento adecuado de la basura, previa licitación abierta.
La medida de presión ingresa a su tercer día de protesta. Los lugareños exigen que la comisión técnica, integrada por los municipios de Colcapirhua, Tiquipaya y la Gobernación, entregue un informe.
Los buses interdepartamentales realizan desvíos por la Zona Franca Cochabamba (Zofraco), motivo por el cual los viajes sufren una demora de entre 50 minutos y una hora.
También cerraron la avenida Reducto y la Capitán Víctor Ustariz. La policía no pudo evitar la medida.
El cierre de vías inició pasada las 7:00. Existen varios pedidos, entre ellos, “Censo 2023” y el rechazo a una planta de tratamiento de aguas servidas de Tiquipaya.
Paralelamente, los pobladores de Colcapirhua bloquean Cuatro Esquinas y la avenida Reducto, en contra del proyecto.
Por la mañana, los vecinos arrinconaron a los concejales y al alcalde Nelson Gallinate, hasta el interior de la municipalidad. Rebasaron a los guardias municipales que custodiaban el lugar.