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  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
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El alma y el arte

El alma y el arte

La frase “el ojo es la ventana del alma” se suele emplear como metáfora de honestidad o transparencia, pero en realidad fue acuñada con un sentido diferente.

El autor de la frase fue uno de los hombres más importantes del temprano Renacimiento: el gran Leonardo da Vinci. Hizo grandes aportes al dibujo, a la pintura, a la perspectiva, a la invención de aparatos para múltiples usos y a la cocina (sí, leíste bien… cocina: el Códice Romanov es un cuaderno lleno de apuntes de cocina que hizo Leonardo mientras estaba al servicio de Ludovico Sforza) y además realizó algunos de los primeros esfuerzos por comprender la anatomía y la fisiología del cuerpo humano.

Pero no se quedó solamente en las funciones del cuerpo, planteó una mirada filosófica e integradora de cuerpo, mente y alma y, como precursor de las ideas humanistas, basó su lógica en el cerebro humano. Entonces, efectivamente hizo la analogía entre el ojo y la ventana al alma, pero postuló que esta última “se encuentra donde reside el juicio, y el juicio reside en el lugar llamado «sentido común», donde se encuentran todos los sentidos”.

Hoy se sabe que sus estudios de anatomía son imprecisos y han quedado como referentes históricos, mientras que sus ideas filosóficas siguen señalando una manera de encarar la vida. Este adelantado pensador nos habla de disfrutar la vida y de sentirnos agradecidos con lo que tenemos. Probablemente en estos momentos haya personas que piensen que las cosas van muy mal y que no hay vistos cercanos de solución, pues entender el planteamiento de Leonardo tal vez podría servir de guía: cuando él escribe sobre el ojo, dice que es la ventana del cuerpo a través de la cual descubre su camino y disfruta de la belleza del mundo.

Tal vez concentrarse en la maravilla de estar vivos, de sentir el aire en los pulmones, en las ventajas de vivir en un sitio bendecido con su clima y su gente ayude a olvidar la mezquindad política o la pandemia. Los museos más grandes del mundo han lanzado campañas que nos acercan a lo más excelso que ha logrado el ser humano: el arte. Acercarse al arte, en esta coyuntura, sirve como emplasto para el alma, para liberarla de la prisión corporal que menciona da Vinci “gracias al ojo, el alma permanece contenta en la prisión corporal, porque sin él una prisión así sería una tortura.”

WILLY JAVIER ROCABADO A.

Docente investigador UCBSP

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