El barco dentro la botella
Wallace un día más, un día menos. Éxodo largo al corazón de la razón, con ojos que vieron siempre, pero no escucharon…. solo sintió, ¿cómo?...
Entrando en una exégesis tan primorosa de los caminos que marcan o desmarcan, ¿el camino o los pasos?, realidad de huesos duros, rudos nudos sociales.
Nos convertimos en juzgadores torpes y otros livianos brabucones de la verdad con doblez, “que lance la primera piedra el que esté libre de pecado”, Bíblico, tan simple a la vez profundo. Abro testimonios inéditos, empolvadas líneas para aguzar el alma. Qué ilusos somos, paginas solo páginas imaginarias/reales.
Voces en el silencio estando dentro la oscuridad con mucha luz, lúgubre, donde la humanidad existencial, contrasta con la des humanidad vivencial, oasis de turbulencias vacías/llenas.
Ajedrez de jugo, gambito de dama, en una creada enigmática, misteriosa, agradezco a los propiciadores de jugo con auspiciadores del sistema invisible; visiblemente, me hicieron un bien mal, mal bien, más allá sonrió, fue una belleza. Seguiré soñando despierto, despierto soñando.
El silbido de la trompeta, suena libertad. Dentro la botella conocí la verdadera libertad espiritual intrínsecamente de botellas. El barco anclado un ratito, seguirá mares vacíos a puertos de vida, sin doblegar mi ser, con ángeles y demonios que acompañan día y noche, ágape/eros.
Macaco rincón, ya no hay vuelta, entradas sin salidas, salidas sin entradas, el prado / calle miseria / calle aranjuez / calle comercio / quencha calle / alto cochabamba / otros artesanos de vida, pasos firmes, transpiraciones almáticas, sueños, miedos, alegrías; desatar ruidos y muchos más en el silencio de la puesta, apuesta con cartas, el silencio hay que escucharlo.
“Lo mejor no siempre es lo bueno, el otro es lo negado existencialmente” Emmanuel Lévinas.
Humanidad, humanidad. Desconocí… conocí… la humanidad, en realidades que ocultamos todo. Reflexionando sin género, solo humanos, perdí momentáneamente la coherencia, Sí, por la razón de la sin razón, pero no el corazón, que sigue como las señales del mutismo de mis destacaros del éxodo, engrillado en paz y esperanza con nuestro ajayu. La substancia de la vida es admirable agasajo hilando el alma con amor…
Tertulia almática, enfrente los odios en todos y nadies, debemos ser en paz. Estrías de un ser caído - de la divinidad a la realidad - siendo un pecador de cepa en purificación espiritual.
Otrosí.- Ánimo alegría, “Porque tenéis miedo, aun no tenéis fe” Mc 4, 35-40. Atentamente, tal-iban.
Locura con aventura sin censura ni culpa ¡Hasta siempre!
FORO
William Aguilar Bolaños
Abogado, escritor