Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 18 de abril de 2024
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El otro, atrás más allá

El otro, atrás más allá

En el tejido de la palabra, auténticamente es una gentileza con aflicción, el otro lo llevamos a minimizar del sujeto al objeto o al revés, es decir, a qué punto separamos el sujeto del objeto ¿El ser humano es el otro? ¿Somos objeto? ¿Realmente somos sujetos?

Con un baile de los descartados, excluidos, al ritmo alivianado de los prisioneros con mixtura.

Ver, el porqué, al decir que queremos libertad de nuestros cuerpos estamos implícitamente aceptando que somos objeto, entonces va más allá de la palabra como si, siendo sujetos del sistema, a este toque, volvemos a la rama de lo objetivo, la trama el rostro inmaterial, rostro del ser humano.

El total realiza desde el otro, para servirle, no para servirse, el yo debemos arrancarlo de nuestro sentimiento y pensamiento a la conceptualización que le damos, así esta exploración puede seguir en cada uno del todo de la palabra en el otro.

Redimensionar la negación, negación del hombre, con afirmación de lo descartado existencialmente, es decir, el posmodernismo está siendo superado o ya fue superado…, para llegar a un nuevo paradigma en actitud de vida, es dar testimonio. Tostado, está el café negro, para la arqueología del mismo discurso, cuentos del olvido, estando hechos de suspiros.

Otros, con la ciudad del espejo, muestran lo tangible/intangible de la existencia efímera con hilo y aguja, una torrente de ardor que alcanza los cielos de agua en la tierra, trajinar con llenados y vacíos del ser en el otro con amor, siempre jamás siempre, siendo el caos el orden desordenado en paz.

No sembrar conciencia con una implosión solo inconsciencia, los que sobran es menos más, pero somos todos en el otro, superado el yo; como descartados, la embriaguez de la razón es la sobriedad de la irracionalidad, reaccionando con razón cínica en el baño del oscurito con luz, negación del circulo vicioso “virtuoso”, crisis de la razón.

Otro es el todo, tal vez, allí vamos, como extraños feligreses entremetidos con la soledad del otro, hay que liberar la narrativa con un derrida, tomando el nadie, esta vez sin copitas los de siempre, acaecer del no ser y ser deviniendo, viniendo, somos una mezcla del todo creciendo.

El mito del desarrollo ¿Sueños reales, son sueños?, continuo espacio no temporal. Eufemismo. Atrás más allá.

Locura con aventura sin censura ni culpa ¡Hasta siempre!

FORO

WILLIAM AGUILAR BOLAÑOS

Escritor, abogado

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