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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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La consigna que las autoridades no aplican para las personas con VIH

La consigna que las autoridades no aplican para las personas con VIH

Las personas con VIH en Bolivia vivimos constantemente en estrés desde el 16 de marzo, cuando se decretó emergencia nacional por la pandemia del COVID-19. Al transcurrir los meses, las preocupaciones y la incertidumbre se incrementan al evidenciar la carencia de planes de contingencia específicas para la población afectada por el VIH. En el contexto del coronavirus, por parte del Ministerio de Salud y el Programa Nacional tampoco existen respuestas claras y precisas por parte de los programas departamentales de ITS/VIH sida y Hepatitis Virales.

En las personas que vivimos con el VIH está siempre presente el temor de infectarnos con el COVID-19 cuando acudimos al CDVIR (Centro Departamental de Vigilancia Información y Referencia) para recoger los medicamentos antirretrovirales; allí existe mucha afluencia de personas y hay varios miembros del personal que ya han sido infectados por el virus. Es una lástima que el Programa Nacional de VIH y sida desde hace años centralizó la burocracia en este servicio, con excepción de Santa Cruz, para entregar los medicamentos.

Muchas personas con VIH y sus familiares de escasos recursos económicos están siendo infectadas por el coronavirus, y les resulta difícil desplazarse para realizar pruebas de COVID-19, además del temor a la doble discriminación en el caso de salir positivos, además de ser una persona con VIH.

Esta situación nos lleva a exigir acciones de emergencia en los siguientes aspectos: El primero, sobre la desconcentración urgente de la entrega de medicamentos antiretrovirales de los CDVIR a todos los centros de salud municipales y a centros comunitarios que atienden a personas que viven con el VIH. Esta medida aliviaría a los servicios saturados del CDVIR, que está además con menos personal infectados. La burocracia estatal es una gran barrera a la respuesta oportuna.

Lamentablemente, el responsable del Programa Departamental de VIH y sida del SEDES de Cochabamba rechazó la propuesta del Instituto para el Desarrollo Humano (IpDH) de entregar los medicamentos ARVs, para evitar el contagio de COVID-19 entre las personas con VIH, y evitar desplazamientos innecesarios. El mensaje de “Quédate en casa” no fue comprensible en su cabalidad para nuestras autoridades.

El segundo aspecto es que la OPS/OMS recomienda entregar los antiretrovirales para 3 a 6 meses, sin embargo, se está otorgando los medicamentos solo para uno a dos meses, determinando que las personas con VIH acudan con más frecuencia al CDVIR y exponerse también a la infección.

Tercer aspecto, los exámenes de CD4, Carga Viral y de rutina se recomienda a que se realicen en un solo lugar, para evitar que varias veces al año las personas que viven con VIH acudan a diferentes laboratorios.  

Finalmente, en este contexto de  COVID-19, urge una pronta implementación de la consulta virtual (telemedicina) con los médicos tratantes para prevenir posibles infecciones en los servicios de salud o durante los desplazamientos.

La salud de miles de personas que viven con el VIH está siendo amenazada por la pandemia a causa de la burocracia centralizada, la falta de sentido común para mejorar la planificación y la toma de decisiones.


WILLAN MONTAÑO

Facilitador del Instituto para el Desarrollo Humano de Salud/DDHH y Vicepresidente del Consejo Departamental de Sida

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