Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 11:46

Prohibido alarmar

Prohibido alarmar

Mana manchachisunmanchu. Antes que nada debo retribuir a OPINIÓN, por ser el único medio de comunicación que da cobertura a profesionales que vivimos en provincias y el campo.

Son tiempos de cambiar los paradigmas, no sirve de nada repetir que antes la vida era mejor, antes  o ahora la vida seguirá siendo igual, solo debemos adaptarnos a su dinámica. Hoy en día las personas deben aprender a aprender, aprender a desaprender y aprender a volver a aprender.

Runakunaqa kay musuq unquykuna rikurimuqtin mana mancharikunkuchu, imaraykuchus paykunaqa thalu kanku, ichaqa mayqinkunachus jatuchiq llaqtakunapi kawsaqkuna chay redes sociales nisqapi willaykunata manchachinankupaq, mancharikunankupaq ima churanku. Chayrayku runakunaqa watiqyaypi, muchuriypi, manchariypi ima kawsachkanku. (Las personas frente a la aparición de nuevas enfermedades no se asustan, porque ellos son fuertes, pero los que viven en las grandes ciudades por las redes sociales colocan información para generar miedo y temor. Por eso las personas viven con susto, pena y miedo.

Los campesinos y los provincianos aún mantienen su cosmovisión, donde se conserva el respeto por la naturaleza. Pero, la flexibilización en la escala de valores y la influencia de la cultura efímera y fácil, están creando hábitos nada constructivos.

La pandemia del COVID-19, al margen de traer susto y miedo, está globalizando el lavado de las manos con agua y jabón, este simple hábito de higiene evitará que la gente se contagie de otras enfermedades. 

Mayukuna ancha khuchischasqa, yakupis ch’ichi khurukunayuq ima mana ñawpata jinanachu. Puquykuna mikhunapaqpis mana kallpayuqchu, chantaqa tukuy imawan mayt’usqata ranqhanku, wayrapis mana llimphuchu, chayrayku kay pachapiqa aswanta jallch’akuna. (Los ríos están contaminados, el agua es sucia y con gérmenes ya no es como antes. Los alimentos ya no tienen nutrientes, además los venden envueltos en todo, el aire tampoco ya es limpio, en ese tiempo hay que cuidarse más). 

Alertar es prevenir, es anunciar sobre algún peligro que acecha y que puede provocar desequilibrio en la vida y la salud de la gente. Pero alarmar a la gente no es ético, quién alarma solo provoca nerviosismo con la finalidad de generar una histeria colectiva, y eso es malo.