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  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
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“Tal como Dios nos creó”

“Tal como Dios nos creó”

La Iglesia católica en todo el mundo no es una comunidad uniforme sino plural. En estos meses, la Iglesia en Alemania demuestra que en su seno existe una pluralidad para muchos insospechada. 

La semana pasada, por ejemplo, más de cien empleados de la Iglesia anunciaron públicamente que pertenecen a la comunidad LGBTIQ. Usando el hashtag #OutInChurch, muchos de ellos admitieron por primera vez públicamente su orientación sexual. Entre ellos hay profesores y profesoras de religión, agentes pastorales y personal administrativo. Muchos de ellos ahora confrontan posibles consecuencias laborales, porque el derecho de la Iglesia alemana prohíbe el empleo de personas LGBTIQ, si deciden salir de la clandestinidad. Además, no pocos relataron experiencias de difamación, marginación, chantaje y opresión en su vida personal dentro de la Iglesia.

A pesar de ello, estos empleados católicos decidieron que ya no querían callar. Produjeron un documental que salió en la televisión alemana; además, entrevistas personales, una página web y un libro. A pocos días de hacerse público el documental, recibieron el apoyo de decenas de miles de personas. Aunque tímidamente, incluso algunos obispos se pronunciaron a favor de la iniciativa.

“Tal como Dios nos creó”, el título del documental, alude al hecho de estar desnudo corporalmente. Esta masiva “salida del armario” significa algo como desnudarse espiritualmente, hacerse vulnerable frente al poder legal del empleador y las difamaciones del público. Estos empleados de la Iglesia quieren hacerse respetar en todos los aspectos de su existencia, hasta en su orientación y sus prácticas sexuales. Exigen respeto a sus personas, tal como Dios las creó. Es una poderosa expresión de su fe en la pluralidad humana, al mismo tiempo de su fe en la humanidad de tantas formas diferentes en que Dios nos creó.

En Alemania, muchos apreciamos el valor y la fe de estas personas, porque conocemos las historias de tantas otras personas LGBTIQ que no se atreven a salir de la clandestinidad. Quizás esta iniciativa ayudará a cambiar el clima, la cultura de respeto a la diversidad dentro de la Iglesia –y de la sociedad–, para que nos podamos apreciar unos a otros con todas nuestras particularidades, tal como Dios nos creó.

UN POCO DE SAL

STEFAN SILBER

Teólogo laico 

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