Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Tiempos de paz y reconciliación

Tiempos de paz y reconciliación

Han transcurrido casi dos meses de una de las más grandes crisis de inestabilidad política y social que vivió el país, tras la renuncia del que fuera el presidente con más tiempo en el poder y que actualmente se encuentra en calidad de refugiado político en Argentina. La entonces senadora beniana Jeanine Áñez Chávez, respaldada por una interpretación del texto constitucional para casos de vacío de poder, asumiría el cargo por sucesión constitucional, el 12 de noviembre, convirtiéndose luego de 40 años, en la segunda mujer presidente de Bolivia, después de Lidia Gueiler Tejada (1979).

La Mandataria salía al balcón del emblemático Palacio Quemado, acompañada de sus más cercanos allegados, con la dura y difícil tarea de pacificar el país y allanar prontamente la convocatoria a nuevos comicios generales. El camino recorrido no fue nada sencillo, pues aún debe seguir lidiando con una serie de artimañas maliciosamente preparadas por el MAS, que continuamente busca obstaculizar el restablecimiento pleno del estado de derecho y una paz contenida, circunspecta y amenazada por la activa injerencia del dictador que, desde su búnker instalado en Argentina, arremete rencorosamente contra la política nacional (...). Pese a las grandes dificultades que plantea el escenario político, se avizoran luces de esperanza que podrían allanar las vías de solución a la crisis y consecuente recuperación de la democracia. Otro hecho importante, fue la designación de nuevas autoridades del TSE, cuya principal misión será convocar a nuevas elecciones generales con solidez, credibilidad, confiabilidad y transparencia (...). 

Lo cierto es que el país viene transitando por días agridulces, caracterizados por la incertidumbre y una tensa calma que condiciona la tan anhelada reconciliación y paz social. Tal aspiración, exige desprendimientos honestos capaces de ir desmantelando mezquindades y egoísmos que impulsaron obcecadamente la vigencia de un irrefrenable populismo violento y confrontacional que exteriorizo la crueldad y las miserias humanas

Es tiempo de construir la paz y la reconciliación social por el bien del país, la unidad y la restauración del diálogo amplio y sincero; el respeto hacia el “otro”; el entendimiento mutuo, recíproco y un espíritu de concordia que permita convivir en armonía y, principalmente, asegurar la salud de la democracia (...).