Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 12:01

La Verde o la condena de la ilusión

La Verde o la condena de la ilusión

Ocurre de cuando en cuando. La Selección boliviana vuelve a ganar un partido después de mucho tiempo y nos vende la ilusión de soñar con algo más grande. Más victorias. Sumar de visita. Pasar de fase. Clasificar a otro Mundial… Y el resultado suele ser inevitablemente frustrante. A lo sumo, arranca uno que otro triunfo de local, un peregrino empate de visitante y sanseacabó. Casi nunca pasa de fase. Nunca vuelve a un Mundial. El desencanto vuelve a reinar… hasta la próxima veintiúnica victoria.

Es lo que, de seguro, habrá de ocurrir tras la victoria por 1-2 ante Arabia Saudita en la más reciente fecha FIFA. La Verde ganó su primer partido de la era Gustavo Costas. Uno de cuatro, si contamos el amistoso del año pasado frente a Senegal en el que el argentino no llegó a dirigir, aunque ya había firmado como sucesor de César Farías. Ya con el ex DT de Cerro Porteño en el banco, Bolivia cayó ante Perú a finales de 2022 y frente a Uzbekistán solo unos días del juego con los saudíes.

No pocos temíamos una nueva derrota contra la única Selección que le ganó a la Argentina campeona en Catar, pero “algo” pasó. Los “troncos” bolivianos salieron impetuosos, con hambre de gol y de redención, sin miedos ni complejos. La guardia afroboliviana se hizo cargo de las bandas, con Medina y Arrascaita peleando cada bola, sin darla nunca por perdida y buscando hacerla llegar a los llamados a meterla en las redes rivales. Así se dieron los dos tantos bolivianos. El primero se consumó luego de una medida asistencia del volante de The Strongest (que venía mereciendo volver a la Verde desde su paso por Wilster), que Martins resolvió con una frialdad implacable en su partido número 100 con el combinado absoluto. El segundo requirió un esfuerzo endemoniado del juvenil de Always Ready, que salvó una pelota indomable en el área árabe para cederla a Algarañaz, quien, con una media vuelta de lo más heterodoxa, convirtió su primer gol para el seleccionado.

El encuentro pudo tener más goles. Pudo ganarlo Bolivia con más diferencia. Pudo empatarlo Arabia Saudí. Ambos fallaron goles hechos. A ambos les anularon tantos. Acabó 1-2 y alcanzó para renovar el crédito de ilusión en la Verde. Lo más aconsejable es esperar a las dos primeras fechas de las Eliminatorias, que nos enfrentarán a Brasil (de visitantes) y a Argentina (de locales). Esos dos encuentros serán la verdadera prueba de fuego para el equipo de Costas, que, al menos por ahora, apunta a cierta renovación. Será el momento de poner los pies en la tierra.

Entretanto, si hay que ilusionarnos, que sea con la Sub 17, que arrancó su participación en el torneo sudamericano con una magnífica remontada (también por 2-1) ante Perú. Puede que, como sus mayores de la Sub 20 y de la absoluta, acaben decepcionándonos. Pero, qué más da, si de todas maneras estamos condenados a ilusionarnos.

DIOS ES REDONDO

SANTIAGO ESPINOZA

Periodista

@EspinozaSanti