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  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 20:28

Ted Lasso, elogio del fracaso (futbolístico)

Ted Lasso, elogio del fracaso (futbolístico)

Pensaba dedicar esta columna a las respectivas derrotas de Messi (con el Barcelona) y Cristiano Ronaldo (con el Juventus) en la Champions League, que, a más de hacer tambalear su continuidad en el torneo europeo, podría estar hablando de su declive deportivo, al tiempo de anunciar el ascenso de sus herederos en la corona del balompié mundial, Mbappé, Haaland, Bruno Fernandes… Pero, mientras me tragaba la perorata de la prensa deportiva en torno a este eventual recambio de cracks, me topé con una serie que va también de fracasos futbolísticos y que, a diferencia de los achacados al argentino y el portugués, carga menos especulación mediática y más entretenimiento.

La serie se llama “Ted Lasso”, la protagoniza Jason Sudeikis (estrella de la última gran camada de Saturday Night Live), se basa en unos sketches promocionales de la NBC para la Premier League y puede verse en Apple TV+ (o conseguir en circuitos piratas). La trama va de Lasso (Sudeikis), un entrenador gringo de fútbol americano con moderados éxitos en el circuito amateur, a quien llaman desde Inglaterra para dirigir a un equipo de la Premier, el AFC Richmond. El problema es que Lasso no sabe un rábano de fútbol: no entiende sus reglas (cree que hay cuatro tiempos en vez de dos y no concibe que haya empates), menos aún la idiosincrasia hooligan en el país que inventó el deporte rey. Lo suyo está condenado al fracaso. Perdido en un medio en el que sus ideas tácticas no tienen asidero, así como sus chistes yanquis no causan risa, al bueno de Ted solo le queda –Fito Páez dixit– ofrecer su corazón.

La serie es una digna heredera de la Nueva Comedia Americana, en la que las dosis de humor chusco se aquilatan con episodios de extraña sensibilidad dramática que desacomodan al espectador. El viejo lugar común de que los gringos no saben nada de fútbol (soccer en su idioma) es llevado a un extremo caricaturesco, en el que la ignorancia sobre el deporte se aprecia y no se condena. Lasso no sabe de fútbol y no le (ni nos) importa porque tiene otras cosas para enseñar a sus jugadores y todo su entorno. El tipo es un ‘Ned Flanders’ del deporte, que pone en escena sus fracasos –profesionales y vitales– para descostillarnos de risa y, de paso, conmovernos.

En “Ted Lasso”, la ignorancia y la derrota, esos demonios del sueño americano, se ponen a jugar fútbol y, por unas horas, nos convencen de que el fútbol no importa. O de que solo importa cuando nos enseña el valor del fracaso. De fracasar una y otra vez. De fracasar mejor.

DIOS ES REDONDO

SANTIAGO ESPINOZA  A.

Periodista

@EspinozaSanti