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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Maradona, el ‘chanchito cósmico’

Maradona, el ‘chanchito cósmico’

Apenas tres meses le tomó al portal argentino Infobae realizar su versión de “la pasión de Diego Maradona”. Digo su versión porque, me temo, es tan solo uno de los productos de merchandising periodístico que inspirará la muerte del ídolo argentino, del 25 de noviembre de 2020. “La muerte de Maradona. Sus últimos días” se titula el reportaje audiovisual que lanzó hace una semana en su página web y redes sociales. Según sus créditos finales, el trabajo fue realizado por un equipo de más de 10 personas y dirigido por Alejo García Sosa. No se trata de un producto cualquiera, no tanto por su calidad investigativa como por el alcance de su casa productora, uno de los sitios de noticias de mayor alcance en Argentina y la región. Al momento en que lo vi, el video ya sumaba más de un millón de reproducciones.

Puede que el criterio más cabal para valorar este documental de poco más de media hora sea precisamente el de su viralidad: su número de likes, las veces que fue compartido, la cantidad de comentarios y su récord de reproducciones. Porque lo que cuenta está lejos de ser novedoso y, a lo sumo, sorprende por las formas escandalosas en que reconstruye las penurias físicas y morales de los últimos días del diez argentino. En resumidas cuentas, la investigación carga todo contra el entorno médico y legal de Maradona, al que le achaca la negligencia que lo dejó morir en su residencia de Tigre, poco después de pasar por el quirófano por un hematoma subdural en el cerebro.

Lo que vemos es a un hombre con sobrepeso y serios problemas para andar, el mismo que alguna vez podía atravesar el césped como una gacela y dejar tras de sí equipos enteros. Lo vemos, también, sin poder articular tres palabras seguidas, a él, un bocón consumado que se hizo célebre, sobre todo después de dejar de jugar, por ametrallar verdades con la misma velocidad con que barría defensas. Pero, más que ver, el documental se ocupa de hacernos escuchar las conversaciones entre el abogado, los médicos y los asistentes de Diego, admitiendo lo inmanejable de la situación, su complicidad en su desmedido consumo de alcohol y otras drogas, y su reticencia a ponerlo en contacto con su familia (sus hijas, hijos y exmujeres) para que lo internen en un sanatorio donde habrían podido salvar su vida.

La imagen final que nos deja es la de un Maradona convertido en un “chanchito”, una alcancía que su entorno legal y médico no quiere soltar mientras siga recibiendo monedas para su propio enriquecimiento. Una alcancía con la que, desde luego, los medios siguen redituando. Maradona no deja de producir ganancias, aun cuando está muerto y no es más un barrilete, sino un “chanchito cósmico”.

DIOS ES REDONDO

SANTIAGO ESPINOZA  A.

Periodista

@EspinozaSanti

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