Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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El ejemplo de Defensa y Justicia

El ejemplo de Defensa y Justicia

Con más morbo que expectativa, hace una semana vi mi primer partido completo de la Copa Sudamericana 2020. Ni siquiera los encuentros de los equipos bolivianos me convencieron de dedicarles más de 15 minutos seguidos al segundo torneo más importante de la región. Algo que, me temo, cambiará radicalmente en este 2021, ya que Wilster jugará Sudamericana, así que tocará tragarse más de un cotejo del campeonato. Y de seguro, habrá que padecer partidos de mucho menor calibre que el que vi el sábado 23, nada menos que la final entre Defensa y Justicia y Lanús, ambos argentinos.

En honor a la verdad, debo reconocer que el partido me sorprendió gratamente. Lo ganó de forma categórica el menos favorito, Defensa y Justicia, goleando 3-0 a un descafeinado Lanús que llegó a la final en Córdoba con más pergaminos que ideas. Del cuadro de la ciudad bonaerense de Florencio Varela solo sabía que era dirigido por Hernán Crespo, un exdelantero de la estirpe de Batistuta que podía resultar inusualmente antipático a los rivales que sufrían sus goles. De hecho, Crespo debe ser la figura más refulgente de la plantilla, lo que habla bien de su leyenda, pero no tan bien de la imagen de sus jugadores.

Sin embargo, ese mismo bajo perfil de sus futbolistas es el que me resulta más simpático y ejemplar en Defensa y Justicia. No es que sean deportistas malos, pero no son -aún- estrellas que cobran millonadas y, acaso por ello, juegan con un hambre de gloria que se extraña cada vez en el fútbol profesional. Me fue inevitable ver en el equipo dirigido por Crespo un modelo a seguir para los clubes bolivianos que frecuentan torneos internacionales muy probablemente con más billetera y laureles que Defensa y Justicia, pero con menos éxito. 

Hasta el sábado pasado, el representativo de Florencio Varela solo tenía en su vitrina un par de trofeos de campeonatos en divisiones de ascenso en Argentina. Su palmarés está lejos de disputarle algo a Independiente, Boca o River, sin ir más allá de su país. Y aun desde esa humildad han sido capaces de escalar de a poco en los campeonatos argentinos y sudamericanos, despachando a equipos con más chequera y cracks, hasta hacerse de un título para nada despreciable. Un título que, por si hace falta recordarlo, aún le es esquivo a los clubes bolivianos. Así  pues, no estaría de más que los carcamanes del balompié nacional dediquen unas horas a estudiar los secretos del éxito de Defensa y Justicia, en lugar de hacer anuncios millonarios que solo sirven para hacer ruido en medios deportivos y redes sociales.

DIOS ES REDONDO

SANTIAGO ESPINOZA  A.

Periodista

@EspinozaSanti

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